16 abr. 2025

Las reliquias de Acosta Ñu reposan en un depósito por falta de recursos

La casa que acogía al Chipá Literario despidió al espacio cultural donde estaban los vestigios de la Guerra Grande. Los elementos del museo se encuentran en un tinglado. Buscan un sitio adecuado en la ciudad.

Panorama.  En un improvisado rincón se encuentran los objetos que conformaban un espacio educativo de Eusebio Ayala.

Panorama. En un improvisado rincón se encuentran los objetos que conformaban un espacio educativo de Eusebio Ayala.

Karina Godoy

Los restos de un tamboril utilizado por mártires de Acosta Ñu, al igual que balas, rifles y otros elementos que fueron testigos de la Guerra Grande reposan en un depósito particular junto a valiosos libros y algunos muebles. Estos bienes formaban parte de lo que fue el Chipá Literario, único museo público de la localidad de Eusebio Ayala, antigua Barrero Grande. Actualmente, por falta de recursos, el espacio físico ya no existe.

El centro cultural fue una iniciativa de la asociación Jukyty, un grupo de ciudadanos que tratan de mantener viva la esencia cultural y la memoria de un pueblo histórico. El Chipá Literario ofrecía una biblioteca pública, exhibición de vestigios de la guerra, pinturas de artistas locales y nacionales, además de diferentes actividades culturales.

“La casa colonial era prestada, pero con la condición de mejoras edilicias. Al no tener suficiente respaldo y como los integrantes de la asociación pagábamos la luz, agua, teléfono, limpieza e impuestos –porque no teníamos exoneración a pesar de formar parte de un servicio para la comunidad– el mantenimiento se volvía insostenible”, comentó el presidente de la asociación, Almide Alcaraz.

Pérdida de espacios. “El primer museo que teníamos en la comunidad, gracias a una donación, por desidia desapareció; allí hoy funciona una bodega. También contábamos con un museo privado, la Casa Ricardi, pero actualmente no está abierto por un litigio judicial entre los herederos. Y ahora el Chipá Literario quedó sin casa”, señaló Alcaraz.

La intención es encontrar un sitio adecuado dentro de la comunidad para que los objetos, que forman parte de la historia de la localidad, no tengan un desarraigo al ser trasladados a otro lugar para su resguardo.

“En el 2015 solicitamos a la Junta Municipal la compra de una casa para el museo por un valor de G. 230 millones, pero fue rechazado. Sostenían que no había recurso para ello. Nuestra desesperación es que la localidad pierda las reliquias de Acosta Ñu por la falta de un hogar permanente y la ingratitud de los pobladores que deberíamos ser los promotores culturales.”, destacó.

Por su parte, el intendente de Eusebio Ayala, Eladio Girett, no supo definir si daría respaldo para la reapertura del centro, al ser consultado por ÚH, la semana pasada. Finalmente el encargado de la Comisión de Cultura de la Comuna habló sobre la posibilidad de prestar una vivienda provisoria.

La Junta Municipal había rechazado la compra de una casa para el museo. Dijeron que no había recursos. Almide Alcaraz, Asociación Jukyty.

Con el Chipá Literario nacen varios eventos culturales

El Mitã Rape es una de las significativas actividades que surgieron a partir de la creación del Chipá Literario. Se trata de una caminata con banderas desde el centro de la ciudad hasta el cerro La Gloria, en los campos de Acosta Ñu, como un homenaje a los niños mártires de la Guerra. La edición de este año será el 15 de agosto, de 7.00 a 11.00.

También se encuentra la iniciativa de la Fiesta Nacional del Chipá, la colonia de vacaciones denominado Chipitas de Alegría y concursos de lecturas. En Semana Santa otro de los eventos es el Chipá Rape, un recorrido por las chiperías de la ciudad para conocer el proceso de la elaboración.