El grupo Aireana, que pelea por los derechos de las lesbianas, anunció que presentará en los próximos días tutela jurisdiccional a un juez; es decir, pedirán que se haga justicia con al menos tres internas del penal de mujeres del Buen Pastor, que solicitan el derecho de usufructuar la sala privada, destinada para los encuentros íntimos de las reclusas con sus parejas.
Según denuncia la organización, el Ministerio de Justicia no está respetando el artículo 46 de la Constitución Nacional, que menciona la no discriminación.
Aireana y otros organismos como el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, cuestionan la directiva del Ministerio de Justicia, ya que la Ley 5162/2014 del Código de Ejecución Penal, en su artículo 131, sostiene que “los internos que no gocen de salidas transitorias para afianzar y mejorar los lazos familiares podrán recibir la visita íntima de su cónyuge o conviviente en la forma que determinen los reglamentos”.
Sin embargo, la directora del penal, Ana Dina Coronel, había dicho que una ley de 1970 señala que: “El interno podrá recibir visitas privadas del sexo opuesto”.
“Vamos a judicializar los casos de tres chicas lesbianas que piden que se respeten sus derechos. Ya habíamos ido por la vía reglamentaria, solicitando el permiso a la directora, al director general de Establecimientos y a la propia ministra de Justicia, pero no hubo respuesta. Por eso vamos a recurrir a un juez”, expresó Carolina Robles, de Aireana, que está asesorando a tres internas que quieren utilizar las privadas en el penal con sus parejas mujeres. Dos de ellas tienen a su pareja dentro del Buen Pastor y la tercera tiene su pareja fuera del penal.
Pedido de audiencia. Robles indicó que desde octubre del año pasado vienen solicitando el permiso, pero no tienen respuesta.
Además, expresó que ya solicitaron en reiteradas ocasiones una audiencia con la ministra Carla Bacigalupo, pero hasta el momento, según ella, no tuvo respuesta.
La activista sostiene que su grupo y otras organizaciones van a agotar instancias hasta lograr que se cumplan los derechos de las reclusas y puedan acceder a las visitas íntimas. “No descartamos llegar hasta la Corte Interamericana. Hasta conseguir es la consigna”, finalizó.