Varias reclusas tuvieron que acudir a Aireana y al Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura para solicitar la visita de sus parejas, atendiendo a que el reglamento interno del Buen Pastor no especifica el sexo o género de las visitas.
Sin embargo, la directora interina del penal, Ana Dina Coronel, rechazó el pedido basándose en una ley de 1970 que señala “el interno podrá recibir visitas privadas del sexo opuesto”.
A esta situación se suma la discriminación que sufren por parte de una pastora evangélica que administra uno de los pabellones, donde están varias internas lesbianas. Allí son amenazadas con ser trasladas a otros penales, lejos de sus familiares, si no “cambian su orientación sexual”.
Si bien el Ministerio de Justicia tiene convenio con un centro religioso a través del proyecto llamado “Transformación integral” en todas las cárceles del país, quienes lo ejecutan se toman atribuciones para discriminar, denuncia la organización al tiempo de resaltar que la República del Paraguay es un Estado laico.
Alrededor de 10 internas ya solicitaron este permiso, pero son 25 las interesadas que participaron de la reunión en que se trató la problemática.
El pedido de visitas privadas se encuentra en espera de una respuesta en la Dirección General de Institutos Penales. En caso de una negativa se recurrirá a instancias judiciales, advierte Aireana.