Según explicó la fiscala de Zeballos Cué, María Bernarda Álvarez –hoy recusada del caso–, la progenitora de la menor de edad realiza tareas de limpieza en dicho local cristiano los sábados, donde además lleva a sus hijos para un estudio bíblico, desarrollado por dos encargadas.
Al terminar el trabajo y volver a la casa –de acuerdo a lo que señaló la denunciante ante la Fiscalía– la madre notó que su hija estaba con los ojos llorosos y una actitud diferentes. Al consultarle qué le pasaba, la niña en medio de su inocencia le explicó lo ocurrido durante su ausencia.
Ante esta situación, la madre al llegar a la vivienda, revisó a su hija en sus partes íntimas que –según dijo– se encontraba irritada, por lo que le llevó hasta el hospital local, pero posteriormente fue derivada hasta el Hospital Materno Infantil de Loma Pytá, donde se confirmó que la menor fue abusada.
A tempranas horas del lunes último, la madre llegó hasta la comisaría primeramente y luego la derivaron hasta la unidad fiscal, donde fue escuchada por la fiscala Álvarez, quien ordenó un estudio forense a la niña, con el que nuevamente fue confirmado que la menor de solo tres años muestra indicios de haber sido sometida a abuso.
La madre le mencionó a la fiscala que hace dos años que va a la mencionada iglesia, ya que busca una solución para una enfermedad que padece.
La señora no supo identificar quién sería la presunta autora del abuso de la pequeña, ya que ambas encargadas de los niños son nuevas, según comentó.
defensa. La fiscala Álvarez manifestó que el martes últi- mo, el pastor del Centro Fami- liar de Adoración de Zeballos Cué, Lucio Soto, recusó a la agente del Ministerio Público y ayer la carpeta fiscal pasó a la unidad de Víctor Maldonado.
Supuestamente, el pastor Lucio Soto amenazó a la denunciante de demandarla por difamación y calumnia, además la trató de “satanás” por la denuncia que realizó del presunto abuso.