27 abr. 2025

Mafia carcelaria del interior del país domina sistema de explotación sexual

La escasa cantidad de guardiacárceles y la complicidad, en otros casos, permiten que los reclusos manejen el esquema interno de prostitución de mujeres en las penitenciarías mixtas del interior.

Eterno.  Las comodidades con que cuentan algunos reos, hacen que no extrañen la libertad.

Eterno. Las comodidades con que cuentan algunos reos, hacen que no extrañen la libertad.

Por Iván Lisboa

Cada penitenciaría regional del interior del país cuenta con un director, un secretario general y un coordinador. Un escalón más abajo está el guardiacárcel encargado de coordinar los trabajos con sus compañeros para mantener la tranquilidad interna, pero todos ellos saben que el orden detrás de los barrotes depende de las denominadas logias o mafias carcelarias.

Esta situación es revelada en tres informes realizados por el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), sobre los centros de privación de libertad de San Juan Misiones, San Pedro y Coronel Oviedo.

El penal de Oviedo solo tiene 16 guardias varones y 2 mujeres por turno, para un total de 1.011 reos. En San Pedro, para una población de 365 personas, se tiene solo a 6 guardias varones y 2 mujeres por turno. Mientras que en el mejor de los casos, en San Juan, para un total de 529 reclusos se cuenta con 58 funcionarios de seguridad divididos en grupos por horarios.

“En una cárcel, por ejemplo, con 1.000 personas, hay un poco más de 10 guardias, entonces es imposible de controlar. Son los internos los que controlan los pabellones, amenazando a los otros internos, fomentando la prostitución y otros tipos de delitos ahí adentro”, expresó Stella Cacace, comisionada del MNP y una de las encargas de elaborar estos informes.

Requisitos. Cacace mencionó que pertenecer a este grupo de reclusos que manejan las cárceles mixtas, depende de la antigüedad y en algunos casos del dinero. Pero no solo los internos comandan esta logia. También hay funcionarios penitenciarios y guardiacárceles involucrados.

Un caso denunciado ante el Ministerio de Justicia por el MNP revela que la encargada del área de mujeres de San Juan Misiones recibió en una ocasión G. 500.000 por propiciar un encuentro entre una reclusa y otro funcionario.

Los encuentros sexuales se dan mayormente en las habitaciones destinadas a las visitas íntimas. Para acceder a estas piezas, se debe pagar. Los precios varían, desde los G. 30.000 en adelante, siempre y cuando la reserva se haga con el jefe de seguridad.

“No existen protocolos de seguridad que protejan a las mujeres privadas de libertad del ejercicio forzado o inducido de la prostitución con otros hombres privados de libertad, a través del uso de las privadas”, concluye el informe del MNP, urgiendo al Ministerio de Justicia a tomar acciones para acabar con esta práctica de explotación sexual.

Para Soledad Villagra, también comisionada del MNP y coautora de los informes, el problema es que la escasa educación y el nulo fomento de oficios en las cárceles hacen que a las mujeres no les quede otro camino que aceptar el régimen interno de prostitución.

“Los servicios que deben estar garantizados, como jabones, comidas o elementos para dormir, se venden. Pero si no hay luego oficios que aprender para obtener un poco de dinero, ¿qué opción le queda a la mujer?”, se preguntó Villagra, al momento de considerar esta situación como “triste y lamentable”.

Separación. Una de las principales recomendaciones (de cumplimiento obligatorio según ley) hechas por el MNP al Ministerio de Justicia es la separación administrativa y física entre varones y mujeres, ya que las cárceles mixtas son los sitios en los que se perpetúan los esquemas de prostitución.

Desde el Ministerio de Justicia informaron que están avanzadas las gestiones para que las mujeres recluidas en Coronel Oviedo sean trasladadas a una nueva edificación, que sería de exclusiva población femenina.

Señalaron que están investigando estas denuncias para aplicar las sanciones a los responsables.