El director del Hospital del Trauma, Aníbal Filártiga, explicó en Radio Monumental AM que reciben a los pacientes graves de todo el país, sobre todo a aquellos que sufrieron un traumatismo, ya sea por accidentes o agresiones.
Indicó que hay una “población casi permanente” de uno a cinco reclusos del penal de Tacumbú que son remitidos luego de una gresca. “Ahí no es joda”, expresó Filártiga.
Así respondió a las expresiones de una senadora que se quejó porque un paciente asistido en Trauma estaba esposado a una camilla. Filártiga agregó que tiene que preservar la integridad de sus funcionarios. “Estos con tal de escaparse son capaces de liquidar a uno más”, afirmó.
El médico, no obstante, señaló que los atienden “con la misma voluntad, el mismo cariño” con el que tratan al mejor ciudadano. En algunos casos, el herido llega acompañado de varios agentes policiales, por lo que saben que se trata de alguien peligroso.
Incluso, los propios agentes informan que el afectado mató a otras personas. De acuerdo con el médico, no permiten a policías con sus armas en la sala de urgencias, pero esto implica un riesgo para el personal de blanco.
Ocurre que no solamente quieren escaparse de la Policía, sino que en varios casos también están drogados, por lo que deben prestar más atención dado el grado de peligrosidad. Según Filártiga, algunos escupen o golpean al personal de blanco. A todo esto, también se suma el riesgo de que agarren cualquier material quirúrgico como el bisturí y provoquen heridas.
Por tal motivo, insistió en que proceden a esposar a la cama a los pacientes considerados peligrosos.