26 abr. 2025

“Mi hijo me pidió el número de Dios para pedirle que no lleve a su papá”

Liz Ocampos, pareja del joven Jorge Alcaraz, asesinado a balazos por motochorros, lamenta la forma en que ultimaron a su cónyuge. Exhorta a víctimas a no resistirse a los asaltos para resguardar la vida.

Escena.  Los agentes levantaron indicios del lugar en donde cayó herido de muerte el joven.

Escena. Los agentes levantaron indicios del lugar en donde cayó herido de muerte el joven.

“Mi hijo de 4 años me pidió el número de ‘Mimí' (Dios) para pedirle que no le lleve a su padre y que le deje con nosotros”, relataba ayer con dolor Liz Ocampos, pareja desde hace nueve años de Jorge Alcaraz (27), asesinado por motochorros al negarse a entregar su motocicleta el pasado miércoles, en Ñemby.

Ocampos y su pareja, al regresar de sus respectivos trabajos, cerca de las 19.30, se encontraron en un punto del barrio Las Lomitas, de Ñemby, y decidieron ir a buscar una vivienda para alquilar. En ese ínterin se registró el atraco fatal, a 10 cuadras de su vivienda. La búsqueda de la casa surgió en el momento, mencionó Liz.

“Con la pistola le apuntó a Jorge en el cuello. Le pedí que entregue la moto, pero no quiso y sin pestañear le disparó. El que le hirió agarró la moto y lo llevó. Jorge se levantó, volvió a caer, dijo mi nombre y luego se desvaneció. Prácticamente no había caso”, lamentó su pareja.

“Lo más triste es que mis hijos ya saben lo que pasó y se quebraron. Verle morir a la persona que amas y sin poder hacer nada es lo más doloroso que hay. Esto que pasó es muy lamentable y soy consciente de que llevaré este dolor por el resto de mi vida”, expresó la joven madre de familia. Dos pequeños de 4 y de 6 años quedan huérfanos.

PARA DELANTE. “Además de nuestros propios trabajos, vendemos remeras, hacemos empanadas, sándwiches y él llevaba a vender a sus compañeros de trabajo, para salir adelante. Él era mi compañero de vida, mi sostén, un buen papá. Sus hijos eran lo más importante”, señaló Ocampos.

Luego de acudir a la Fiscalía en la jornada de ayer, la joven explicó que su pareja no quiso entregar su motocicleta, porque era el único medio de transporte que tenían para ir a sus lugares de trabajo.

La mujer manifestó que con su pareja tenían muchos planes, pero que lastimosamente le tocó sufrir una situación de inseguridad. “Fue tan repentino todo que en un abrir y cerrar de ojos le perdés a la persona que amás”, señaló.

“A todas las personas que le tocan sufrir un asalto les pido que no se resistan, que entreguen todo porque lo material se recupera por más sacrificado que seas y que te haya costado mucho conseguir; den nomás, que tarde o temprano se vuelve a tener; la vida no se recupera”, reflexionó.

La joven dijo que recuerda las características del asesino. “Era alto, flaco y trigueño; su figura no desaparece de mi mente. Creo que cuando esté más tranquila voy a poder reconocer al asaltante”, aseguró la viuda, tras su salida del la Fiscalía de Ñemby.