El ministro interino de Justicia y Ciudadanía de Brasil, Alexandre De Moraes, criticó con dureza la postura de algunos países de la región en el control de las fronteras, señala una publicación del semanario Istoé. “No es razonable que Paraguay y Bolivia no combatan, o por poco que sea, el ingreso de drogas, de contrabando, y de armas pesadas al Brasil”, se quejó el secretario de Estado.
Moraes destacó que Brasil es el segundo mayor consumidor de cocaína y el mayor consumidor de marihuana. Recordó que Brasil no fabrica armamento pesado, pero estos equipamientos son encontrados en Río de Janeiro y en los últimos años también llegaron a la populosa ciudad de São Paulo.
“Tenemos la idea de tener las fronteras más seguras, con un aumento en el personal policial, ya que en estos momentos hay un escaso despliegue de efectivos en esas zonas”, destacó el ministro.
MINISTRO DE DEFENSA. Por su parte, el ministro interino de Defensa, Raúl Jungmann, manifestó su preocupación por la situación que se vivió últimamente en Pedro Juan Caballero, frontera con la ciudad brasileña de Ponta Porá, donde se registró el violento crimen del presunto traficante Jorge Rafaat.
“Este tipo de armamento demuestra que estos grupos, además de organizados, utilizan un tipo de arma que nos preocupa muchísimo. Por eso, Brasil necesita cooperación con otros países para neutralizar el comercio de armas”, dijo Jungmann. “El país vive un estancamiento financiero y todo eso se refleja en la cuestión de aumentar los efectivos para controlar la frontera. El Ejército dispone de recursos humanos, logísticos y demás para hacer el trabajo, pero solo falta voluntad política”, agregó.
A esto se suman los cuestionamientos y acusaciones hechos por el ex senador y actual ministro interino de Relaciones Exteriores, José Serra, contra el presidente del Paraguay, Horacio Cartes, a quien tildó de ser el mayor contrabandista de cigarrillos de la región.