EFE
Bajo el título “Otros artistas en la donación Picasso 1970", la exposición muestra algunas de las piezas que colgaron de las paredes de los domicilios picassianos de Barcelona, custodiados durante mucho tiempo por su madre María y su hermana Lola primero y, posteriormente, por sus sobrinos Vilató Ruiz.
La comisaria y conservadora Malén Gual explicó este lunes en la presentación que el punto de partida de la exposición es 1970, cuando “Picasso decide hacer la donación al Museo Picasso de Barcelona de 236 pinturas al óleo, 1.149 dibujos, 17 álbumes con dibujos, dos grabados, cuatro libros de texto con dibujos marginales y 47 obras de otros artistas”.
Veinticuatro de estas obras de otros artistas se exponen ahora al lado de siete piezas de Pablo Picasso de la colección del Museo, distribuidas, según Gual, en tres ámbitos: El ámbito familiar y académico; el entorno del café modernista Els Quatre Gats; y las obras de aquellos artistas cuya relación trascendió el ámbito barcelonés.
En la primera sala se exhiben dos obras pintadas por Rafael Blanco Merino, seguramente regaladas por el artista a su amigo José Ruiz Blasco, padre de Picasso.
Sin abandonar el ámbito familiar, también se pueden ver juntos un retrato de su hermana Lola junto con un dibujo que la hermana de Picasso realizó en 1897, “Jardín de un convento”.
El ambiente de la academia de pintura Llotja se evoca en otros dos retratos de Picasso: uno hecho por su compañero de pupitre Ramón Riu en el que aparece con aspecto de niño, y un autorretrato de 1896 en el que “como es habitual, Picasso aparenta más edad de la que tenía entonces”.
La segunda sala está consagrada a las piezas de artistas que frecuentaban la cervecería y cabaré Els Quatre Gats, local que se convirtió en foco artístico barcelonés y donde se realizaron numerosas actividades culturales.
En este ámbito se muestran obras de Carles Casagemas, su amigo personal, con quien viajó a París para la Exposición Universal de 1900, así como un dibujo de Rusiñol, “Cabeza de hombre” (1900), al lado del retrato que le hizo Picasso.
Asimismo, se exponen juntos el retrato que Picasso hizo de su padre en 1896, junto con el que le hizo Leandro Oroz Lacalle, compañero de oposiciones del artista del “Guernica”.
Cierran la muestra ocho dibujos de Julio González, con quien Picasso mantuvo amistad a lo largo de su vida y con quien hizo su tercer viaje a París, en octubre de 1902.
“Los dibujos de González guardan similitud con la época azul de Picasso, y formalmente abundan las maternidades y la indefinición de la ubicación, que no se sabe si es interior o exterior, si una puerta o una habitación”, ha comentado la comisaria.