Según el grupo de lucha por los derechos de lesbianas, Bacigalupo debe respetar el artículo 46 de la Constitución Nacional, en donde menciona la no discriminación.
Mencionan que el reglamento de visitas privadas en los establecimientos penitenciarios del país -en vigencia desde el 2012- no especifica que las parejas de los reclusos deben ser o no del mismo sexo, ni que esto condicione las visitas.
Carolina Robles, presidenta de Aireana explicó que las políticas públicas no deben depender de una interpretación individual de una persona con unas creencias religiosas, refiriéndose a la ministra de Justicia, quien por cuestiones ideológicas supuestamente no permite que mujeres homosexuales recluidas en el correccional reciban visitas íntimas de sus parejas.
Afirmaron haber solicitado una audiencia a Bacigalupo, pero aún no recibieron respuestas. Adelantaron que recurrirán a las tutelas jurisdiccionales para que las mujeres privadas de libertad puedan recibir visitas íntimas de otras mujeres, como ya habían anunciado hace un tiempo, con la colaboración del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura.
POLÉMICA. Esta determinación por parte de la ministra de Justicia había causado un revuelo en redes sociales, especialmente por parte del sector gay, que llegó hasta a manifestarse frente al Ministerio de Justicia exigiendo “igualdad”.
Esto se dio a conocer cuando reclusas lesbianas del Buen Pastor denunciaron que no podían recibir visitas privadas de otras mujeres a diferencia de las internas heterosexuales.
Por su parte, el Ministerio de Justicia había sustentado su decisión en base a la ley 5.162/2014 del Código de Ejecución Penal que establece el régimen de visitas privadas, pero tal documento en sus artículos 130 y 131 no excluye a las personas homosexuales.