El gobernador de Ñeembucú, Carlos Silva, manifestó en Radio Monumental AM que esta Navidad y Año Nuevo serán “distintos a los demás”. Explicó que a diferencia del 2014, cuando sufrieron las inundaciones y el 90% de las personas en el departamento fueron afectadas en sus medios de vida, ya para esta altura había bajado el nivel de las aguas.
Pero en este 2015, a pesar de haya una tendencia a la baja, las aguas aún no alcanzaron su pico ni están culminantes. Actualmente las compuertas de la represa Yacyretá descargan 27.500 a 28.500 metros cúbicos de agua por día, lo cual es mucho.
“Los dos ríos con un aumento regular y parejo, entonces eso es grave”, manifestó Silva. Sostuvo que la gente “está resistiendo”. Varias comunidades importantes del departamento ya están aisladas y solamente se puede llegar a ellas por embarcaciones.
En Alberdi el nivel del río Paraguay ronda los 8,80 metros, por lo que ya varias familias fueron evacuadas. Ya hubo más de 450 familias desplazadas de sus hogares, que fueron totalmente tomadas por las aguas.
Algunas fueron ubicadas en carpas designadas y otras fueron “adonde pueden”. Igualmente están reforzando sus muros de contención, ya que dependen de la resistencia de ellos.
Del lado del río Paraná, en Cerrito, hay 6.000 personas aisladas por la crecida. Este distrito está más afectado porque, a diferencia de Alberdi, no cuenta con muros de contención. Otras comunidades importantes como Curuzú Avá, Paso Tajy, Itá Corá, del distrito Mayor Martínez, y Puerto Itá, así como Campamento Cué, en General Díaz, también fueron afectadas.
Igualmente, el gobernador indicó que están asistiendo a los afectados. Hace 20 días la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) entregó víveres y el propio titular de la institución, Joaquín Roa, estuvo en Ñeembucú el martes.
Además, la Gobernación también da una asistencia de apoyo, entrega medicamentos a las Unidades de Salud Familiar y provee atención médica con profesionales de la institución.