EFE.
Esa fue la idea que transmitió la secretaria del Departamento de Políticas Lingüísticas, Ladislaa Alcaraz, en un acto de apertura que se celebró en el edificio del Congreso y que dio la salida a una serie de talleres y debates con académicos y especialistas que finalizarán el viernes.
La inauguración, que estuvo animada por grupos de bailes indígenas y las bendiciones de un chamán de la etnia paytavytera, contó también con la presencia de varias de las comunidades europeas asentadas en Paraguay, como alemanes y ucranianos, algunos de los cuales conservan su idioma.
Según explicó Alcaraz, la veintena de idiomas precolombinos que se conservan en el país “sufren la amenaza de la imposición o la asimilación por parte de otras lenguas” y solo cuentan como defensa la propia custodia de las comunidades indígenas que las hablan.
En ese sentido alertó que en Paraguay hay cinco pueblos nativos en grave riesgo de perder su lengua: el guaná, el manjuí o lamnana, el sanapaná, el angaité y el tomaraho.
“Cada vez que desaparece una lengua es una gran pérdida en nuestro patrimonio, aunque no sea tan visible como la de una obra de infraestructura. La lengua es la expresión de una cultura, de una cosmovisión: lo es todo para un pueblo”, declaró Alcaraz.
Por su parte, Jorge Servín, presidente del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), dijo que urge “proteger los derechos indígenas en cuanto a la lengua, la cultura y los territorios”, aunque reconoció que este último apartado es una batalla de difícil consecución.
Paraguay tiene como lenguas oficiales el guaraní y el español, cuyas relaciones también serán estudiadas durante la Feria de las Lenguas, todo un exponente del crisol lingüístico del país.
Según Alcaraz, ambos idiomas tienen diferentes roles sociales, aunque reconoció que han aportado un bilingüismo que es un ejemplo de “coexistencia pacífica”, ya que ninguno de ellos ha desplazado al otro.
“En Paraguay, el español goza de prestigio y de un uso normalizado como código escrito en la Administración, mientras que el guaraní, que es herencia de los indígenas y usado por la mayoría de la población, se emplea sobre todo de forma oral”, explicó Alcaraz.
Según un censo de 2012, el guaraní es hablado por el 90% de la población paraguaya.
El 1,68 % de los paraguayos, un total de 112.848 personas, se identifica como indígena, según un censo preliminar de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censo (DGEEC).
El estudio revela además que las etnias del grupo lingüístico guaraní eran las dominantes en 2012, con un total de 61.290 personas, seguidas por los hablantes del maskoy (26.746) y del mataco (18.627).