El principal exportador mundial de carne vacuna es la India, seguido de Brasil en segundo puesto, y Estados Unidos, en el tercer lugar.
Sigue Australia, luego Nueva Zelanda, Paraguay, Uruguay, Canadá, la Unión Europea como conjunto, y Argentina, en el último lugar entre los diez países exportadores.
“Nos mantenemos en el sexto lugar desde el 2015. Anteriormente estábamos séptimos por detrás de Uruguay y luego le pasamos. El siguiente paso es pasar a Nueva Zelanda”, manifestó Medina.
Para lograrlo, se espera exportar 600.000 toneladas de carne para el 2025, indicó el viceministro. Ahora mismo, el promedio exportado por Paraguay es de 500.000 toneladas anuales, recordó.
De todas maneras, la industria de la carne y la ganadería paraguaya han mostrado sus avances en los últimos años, ya que se superó a Uruguay y a Argentina, que son países con historia en lo que respecta a la ganadería.
En el caso de Argentina, Medina reconoció que hubo medidas del Gobierno que desalentaron al rubro en la última década, por lo que vemos a los argentinos muy por detrás que el resto de los países del Mercosur.
Desafío. Para superar a los competidores del mundo, es necesario mejorar principalmente en el aspecto de la productividad, expresó el funcionario.
“Por un lado, el hato bovino es importante para los saldos exportables, pero lo que realmente importa es la eficiencia productiva. Por poner un ejemplo: tenés actualmente 14 terneros por cada cien hembras. Con el mismo hato, podemos tener 20 o 24 terneros más”, comentó.
Ocho millones de cabezas pertenecen a los grandes productores, que afortunadamente cuentan con la tecnología, la genética y el conocimiento para mejorar y aumentar la producción. De hecho, la mayoría ya tiene buena producción. Pero el promedio nacional cae cuando se considera al porcentaje restante, que maneja cinco millones de cabezas, que son los medianos y pequeños productores. Mediante un trabajo con el sector privado, se busca que la tecnología llegue también a este sector, explicó.