Por Édgar Medina
CIUDAD DEL ESTE
La joven Francisca Vitalina Fretes Báez (23) daría a luz en contadas horas en una prisión de alta seguridad de Hong Kong, región administrativa de la República Popular de China, donde se encuentra recluida por tráfico de drogas.
Francisca forma parte de los siete paraguayos recluidos en el referido país que esperan que llegue la asistencia del Gobierno para su extradición, según lo revelado por Celestina Osorio, madre de uno de los presos. Los internos están mal alimentados y sufren de enfermedades de la piel. “Inicialmente, la fecha de nacimiento de su hijo es para este 4 de mayo, pero Francisca está desesperada, porque desconoce qué destino le darían al recién nacido los responsables de la prisión”, refiere doña Celestina Osorio.
Ella mantiene contacto, vía red social, con una religiosa colombiana que trabaja con los reclusos de la prisión de máxima seguridad Stanley de Hong Kong, quien le comunicó de la situación de la joven madre.
Fretes Báez es hija de Casimiro Fretes, músico invidente, y María Báez, quienes además tienen otros hijos, que residen en una precaria vivienda del asentamiento San Miguel, ubicado en el kilómetro 9 Monday, de Ciudad del Este. La comunicación con la familia es nula por las condiciones económicas en las que viven.
Los padres desconocían que su hija viajó y no saben cuándo cayó detenida, hasta que en diciembre del año pasado Francisca se comunicó con un dirigente social, Juan Vázquez, a quien le comentó sobre su situación y pidió ayuda. La joven había dejado un hijo menor en Paraguay y se encontraba embarazada en el momento en que viajó. “Es desesperante nuestra situación, porque por más puerta que golpeamos, no conseguimos una respuesta del Gobierno”, afirmó Celestina Osorio. “Yo ya recorrí todas las instituciones y no tuve respuesta”, dijo.
La mayoría de los paraguayos que fueron recluidos en Hong Kong son jóvenes de corta edad que hicieron el trabajo de mula y cayeron detenidos, según los antecedentes.