EFE
Bajo el lema “Juntos por la Ciencia”, los científicos marcharon por el casco antiguo de la ciudad, pasando por la Catedral de San Esteban, el Museo Albertina y la Plaza de los Héroes, antes de congregarse para el acto final en la Plaza María Teresa, situada entre el Kunsthistorisches Museum y el Museo de Historia Natural.
“No existen los hechos alternativos”, “La Ciencia no es una opinión”, “Hagamos otra vez grandes a los hechos verídicos” o “La ciencia funciona”, fueron algunos de los lemas que se leían en las pancartas, todos en inglés.
También había carteles de los “Pastafaris”, los seguidores de la llamada Iglesia del Monstruo del Espagueti Volador, religión paródica fundada como protesta contra la difusión en algunas escuelas de Estados Unidos de la doctrina creacionista, en detrimento de la teoría de la evolución de Darwin.

Aunque los organizadores aseguran que la pacífica manifestación no va dirigida contra nadie, no faltaron eslóganes críticos con el presidente estadounidense, Donald Trump, por su negativa a aceptar las evidencias científicas del cambio climático.
Otros lemas, como “Solidaridad con la Universidad Centroeuropea (CEU)”, contenían una crítica implícita al Gobierno húngaro del primer ministro, Viktor Orbán, debido a la ley que amenaza la existencia y libertad académica de ese centro docente, fundado por el magnate estadounidense George Soros, en Budapest.
“Es importante manifestarse a favor de la libertad de la ciencia cuando la política no aprecia el pensamiento libre”, dijo Christoph Badelt, director del Instituto de Investigación Económica de Austria (Wifo), a la agencia austríaca APA.
En Austria, esta “Marcha por la Ciencia”, que tiene lugar en unos 500 países, estando respaldada por el Ministerio de la Ciencia y numerosos institutos académicos y científicos.