Uno se pregunta por qué no puede observar un encuentro con la misma dinámica que expusieron ayer Guaraní y 3 de Febrero de Ciudad del Este.
El nivel de los dos equipos fue muy alto. Sin embargo, la virtud del 3 de Febrero está en poder recuperarse, en poder reaccionar en los momentos apremiantes.
Guaraní, por su parte, no cuenta con esa capacidad de reponerse.
Sin ninguna duda que Eduardo Rivera, técnico hoy del 3 de Febrero, cuenta con una buena lectura del fútbol y, sobre todo, un poder de convencimiento para con sus dirigidos. Pues de otra manera, esta formación esteña no hubiera recuperado su autoestima, que estaba por suelo antes de que volviera el citado profesional a la institución del Alto Paraná.
Sin no fuese por las excelentes tapadas de Antony Silva, arquero esteño, el marcador hubiese sido más abultado para Guaraní antes de concluir la primera etapa.
Fernando Fernández, con una excelente definición, abrió el marcador para el Legendario.
Otra actitud. En la reanudación del juego, tras la vuelta de los dos equipos de vestuarios, Cristian Colmán ingresó y produjo zozobra a la última zona de Guaraní. Fue justamente Colmán el que igualó para el “3” y no tardó para que el mismo Colmán lo ponga en ventaja al Rojo.
Empero, Colmán pudiendo haber liquidado el pleito quiso hacer un lujo y se perdió el tercero. Una irresponsabilidad del delantero, porque tenía todo en el mano a mano con Joel Silva, portero aurinegro, para llegar al otro tanto.
Guaraní igualó con Fernández, otra vez. Pero ahí estaba David Mendieta, quien se inició como profesional en Guaraní, para concluir con jerarquía una hermosa jugada que él mismo creó. Golazo marcó, mas no festejó por respeto a su pasado. Fue un partidazo, pero la irregularidad de Guaraní preocupa. Mientras el fútbol del 3 de Febrero entusiasma.