Petrobras se había plantado el año pasado en no aceptar la imposición por decreto hecha por el Poder Ejecutivo, que concedió a Petropar la exclusividad de importar y vender el cincuenta por ciento del volumen de consumo del mercado de los citados tipos de combustibles.
Todos los emblemas del sector privado, excepto la firma brasileña, habían firmado contrato de compra de los combustibles a Petropar. En este lapso, incluso se registraron denuncias extraoficiales de supuestos actos de persecución del Gobierno a Petrobras. El ingeniero Rómulo Campos Krauer, titular de la empresa estatal de combustibles, dijo ayer que ya firmaron el acuerdo de paz con Petrobras y que ambas partes quedaron conformes.
Sostuvo que resultó fundamental para el acuerdo las últimas bajas de precios de la nafta económica (G. 3.990) y del diesel común (4.290) que realizó Petropar en su objetivo de ordenar el mercado nacional.
Indicó que con las bajas cerraron los costos que tiene Petrobras como parámetro. Dijo que esto permitió firmar el contrato de compra del diesel Tipo III (común) de 72.000 metros cúbicos por un año, además de 10.800 metros cúbicos por año de nafta económica. Agregó que a esto se suma el ingreso de Petrobras en el contrato de tarjeta de Petropar, “que para nosotros es fundamental porque las estaciones de este emblema están bien posicionadas en todo el territorio nacional”.
Campos Krauer subrayó que la tarjeta en cuestión es un sistema que deja ganancia para Petropar, las distribuidoras y las estaciones de servicio.
CESIÓN. Por otra parte, una versión extraoficial de Petrobras manifiesta que tuvieron que ceder un poco ante la presión gubernamental para la firma del contrato.
Confirmaron que esto se pudo dar fundamentalmente por la baja de precios de los combustibles en enero y también el adicional del ingreso al negocio de las tarjetas Petropar. También que, por ahora, hay un punto de acuerdo y equilibrio favorable para las partes.