30 nov. 2024

Precariedad y falta de infraestructura son realidades en escuelas de Tacuatí

Instituciones educativas sin baños ni suficientes salas son las muestras del abandono del Estado en materia educativa. Aulas sin bibliotecas y sillas sin pupitres son limitaciones que afectan al alumnado.

Insalubre.  El baño de madera de la Escuela San Ramón muestra el abandono del Estado.

Insalubre. El baño de madera de la Escuela San Ramón muestra el abandono del Estado.

Por Virgilio Cáceres

vcaceres@uhora.com.py

Una de las graves problemáticas que se registran en Tacuatí es la falta de inversión en educación. La precariedad con la que funcionan escuelas y colegios en diferentes asentamientos y en el pueblo de Tacuatí hace que la situación se agrave en dicha localidad, que desde hace tiempo está abandonada por el Estado.

La asistencia en esa zona de San Pedro es casi nula. En los primeros cien días de gobierno de Horacio Cartes no se produjo ningún cambio en la situación de los pobladores que viven aislados y con un futuro incierto.

Durante un recorrido que un equipo de ÚH realizó por la zona pudo constatar que, además de la pobre lucha contra el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), existen importantes carencias en el área de salud y fuentes de trabajo.

El asentamiento Tacuatí Poty, uno de los sectores que tiene cuatro bases y aproximadamente 240 casas, cuenta con dos escuelas.

La primera en ser visitada es la Escuela Básica San Ramón, que en sus tres salas de madera alberga a 110 niños.

Con instalaciones eléctricas precarias, sillas sin pupitres y otras semidestruidas, los niños dan clases impartidas por el docente Alfredo González, quien no cuenta con rubro.

Dos baños de madera, sin puerta ni techo, forman parte de la precariedad en la que se manejan en esa institución.

El director de la escuelita, Marcelo Jara Larrosa Acosta, señala que en su tiempo libre realiza trabajos de soldadura para recomponer las sillas dañadas.

Cerca de la institución está ubicada la Escuela Inmaculada Concepción. El techo de madera de una de las dos precarias salas de esta escuela está siendo consumido por termitas. Por ello, los docentes piden más salas, ya que los alumnos dan clases bajo árboles. Además, no cuentan con agua potable y necesitan urgentemente un pozo.

En peores situaciones se encuentran escuelitas de los asentamientos de Planta Uno, Dos, 6 de Enero, 20 de Julio, Pirmera y Segunda Calle.

El Colegio Ramón Vicente Talavera, ubicado en el pueblo de Tacuatí, no tiene biblioteca ni sillas suficientes para los alumnos. Una sala, que fue construida por medio de colaboración de la Unión Europea, quedó sin ser utilizada por falta de muebles.

En este colegio están adolescentes y jóvenes que viven acechados por las drogas.