Las declaraciones del mandatario fueron vertidas en la ciudad de Villa Hayes hasta donde se trasladó para encabezar acto de entrega de kits de alimentos a familias de escasos recursos.
Cartes no ahorró calificativos para despotricar contra la clase con la que mantiene una fuerte afinidad, ya que él proviene del sector empresarial.
Ante el reclamo que recibió de los pobladores de la localidad chaqueña, el presidente comenzó acusando a los empresarios que estuvieron saqueando Acepar, desde 1997.
“Vengo del sector privado y no voy a callar que el mayor daño a la República de Paraguay, lo estamos haciendo desde el sector donde yo pertenezco, el sector privado. Acá mucho se habla de la clase política. Che, che pyahu (soy nuevo en la política)”, significó.
Trató de ladrones a los empresarios y que están robando las arcas del Estado. “Si hay ladrones, si hay gente que corrompe o gente que está comprando créditos tributarios, llámese Centenario, grandes empresas, es el sector privado que a la noche usa cuellito blanco, y durante el día robamos al Estado”, fustigó.
sinvergüenzas. El presidente pidió autocrítica a sus pares empresarios y dijo que no solamente hay que buscar un solo culpable de los problemas que aquejan al país. Consideró que el robo que están cometiendo tiene consecuencias directas en la falta de más recursos para la construcción de viviendas y salud.
“El sector privado que desde 1997 saqueó y esquilmó Acepar. Pomposos apellidos, Club Centenario. Yo pertenezco al Club Centenario. Ha’ekuéra oho ojogua crédito IVA. Sinvergüencería (ellos compran crédito fiscal). Son sinvergüenzas”, disparó.
La posición asumida por Cartes contra los empresarios se da en momentos en que tomó la decisión de intervenir Acepar, ante la serie de denuncias de irregularidades y hechos de corrupción.
Igualmente, se desató una fuerte pulseada en los estrados judiciales contra el club Centenario, que exige el cobro de 2.762 millones de guaraníes como crédito fiscal por IVA.
Otra situación que embreta a Cartes es la presión que tiene de parte de los empresarios transportistas que exigen el cobro del subsidio para bajar el costo del pasaje. A ello se suma el malestar que hay de parte de la ciudadanía por la futura aplicación y el enredo jurídico en que está el seguro obligatorio contra accidentes de tránsito (SOAT), que beneficiará a muchas empresas del rubro de las aseguradoras.