Las “clasificaciones internas de la Cancillería no son información reservada porque no hay ley que establezca su reserva”, agrega. Por lo tanto, son públicas. Se trata de uno de los sistemas de clasificación y promoción de los empleados por el Gobierno, a través del Poder Ejecutivo, para servir el pueblo paraguayo. “No es la clasificación interna de un ente privado o una logia secreta o una casta de privilegiados”, subrayó.
A su criterio, conocer cómo se promociona a empleados estatales no violenta el ámbito de intimidad de esos empleados, es simplemente conocer uno de los aspectos que hacen a la gestión de la cosa pública.
Para él ni siquiera se esboza un argumento mínimamente razonable que permita sostener que la publicidad de la “clasificación” o rangos del escalafón puedan afectar concretamente a los asociados de la ADEP. Esta es “una afirmación meramente dogmática, como si la palabra o las creencias de este señor estuvieran por encima de las leyes de la República”, manifiesta respecto a la posición esgrimida por el embajador Carlos Fleitas. “Es algo autoritario y repudiable por donde se lo analice”, refuerza Santagada.
En ninguna ley se establece que solo los asociados a la ADEP pueden solicitar información sobre el escalafón diplomático. Así como en ninguno de los tratados internacionales se establece que la información sobre escalafonamiento sea información reservada o secreta.