EFE
El responsable de obras maestras como “Purple Rain” (1984) o “Sign ‘O’ the Times” (1987) fue hallado muerto el 21 de abril de 2016 a los 57 años en su residencia de Paisley Park (Minesota) por una sobredosis accidental de fentanilo, un opiáceo sintético que sirve para aumentar los efectos de los analgésicos.
Teniendo en cuenta que se trataba de un compositor muy prolífico y que durante décadas fue muy cuidadoso a la hora de proteger su intimidad, su muerte permitió a los seguidores asomarse al misterioso mundo de Prince y dio pie a que en el futuro próximo se publiquen numerosas canciones y grabaciones inéditas del artista.
Conocido por su férreo control sobre su obra, Prince puso mil trabas a que su música estuviera ampliamente disponible en internet, pero finalmente toda su discografía desembarcó en febrero en servicios en línea como Spotify, toda una señal de los nuevos tiempos para los fans del artista.
De la misma forma, la reedición especial de “Purple Rain” que se comercializará en junio promete emociones fuertes, ya que incluirá “dos álbumes increíbles de música inédita de Prince y dos conciertos completos en video”, de acuerdo con la publicidad de la discográfica Warner.
El recopilatorio “Prince 4Ever”, editado en noviembre, fue el primer lanzamiento póstumo de Prince e incluyó la canción inédita “Moonbeam Levels”, aunque, hasta el momento, el trabajo que más expectación y polémica ha generado es el EP “Deliverance”.
El ingeniero y productor Ian Boxill desveló esta semana que el 21 de abril, coincidiendo con el primer aniversario de la muerte de Prince, se publicaría el EP “Deliverance” con temas del artista que no habían visto la luz y que habían sido grabados entre 2006 y 2008.
Como adelanto, los fans pudieron escuchar “Deliverance”, una balada con ecos de góspel y blues.
Pero los administradores del patrimonio de Prince, representantes legales de su obra hasta que se determine quiénes son los herederos del artista, reaccionaron al instante: denunciaron a Boxill y consiguieron que un juez paralizara, por ahora, el lanzamiento del EP.
Según la demanda, Prince hacía que todos sus productores e ingenieros de sonido firmaran un acuerdo que estipulaba que todas las canciones y grabaciones fruto de su colaboración pertenecían única y exclusivamente al músico.
Aunque varias personas han asegurado tras su muerte que son familiares de Prince, la lista de herederos, a la espera de que se dicte de manera oficial dado que el músico no dejó testamento, incluye a su hermana Tyka Nelson y sus mediohermanos John Nelson, Norrine Nelson, Sharon Nelson, Alfred Jackson y Omarr Baker.
Mito dentro de la música negra y un artista especialmente innovador en los años 80 por su fusión de rock, pop, funk, soul y rhythm and blues, Prince fue motivo de homenajes como el que le rindieron Bruno Mars y The Time en la ceremonia de los Grammy en febrero.
También la industria editorial engrasó su maquinaria y en los últimos meses se publicaron varios libros acerca de Prince como “The Most Beautiful: My Life with Prince”, que firmó su esposa entre 1996 1999 la puertorriqueña Mayte García.
Además, The Revolution, una de las bandas de acompañamiento más célebres que tuvo Prince, volverá a la carretera con una gira por varias ciudades de Estados Unidos.
Convertida ya en un museo abierto a los fans, su emblemática residencia de Paisley Park acogerá desde hoy y hasta el domingo 23 varios actos en honor de Prince.
Pero también el primer aniversario tras su muerte vino acompañado de nuevos descubrimientos sobre su deceso, ya que esta semana se conoció que el músico tenía en su casa varios fármacos que no habían sido recetados a su nombre.
En documentos judiciales divulgados en una declaración jurada de los investigadores del caso en una corte del condado de Carver (Minesota), también se detalló que Prince recibía los fármacos (principalmente oxicodona) a través de una red de amigos y conocidos, entre los que figuraba Kirk Johnson, encargado de la seguridad de su equipo.
El médico que firmó esas recetas, Michael Todd Schulenberg, aseguró que lo hizo para “salvaguardar la privacidad de Prince”.