Al llegar con la reducida comitiva, vía terrestre, el primer lugar que visitó fue el local remodelado de la Asociación Cultural Paraguayo-Japonesa, donde observó el monumento erigido en mayo por el 80 aniversario de la inmigración japonesa al Paraguay.
El presidente de la Asociación Cultural explicó a su alteza imperial el significado del monumento. La princesa preguntó por qué ocho piedras dispersas de diferentes tamaños, y le señalaron que representan la evolución por décadas que tuvo la colonia japonesa en La Colmena, empezaron con pequeños trabajos hasta ir creciendo y tener en la actualidad excelentes producciones de frutas y verduras.
También fue a conocer la plaza 15 de Mayo, la principal de la ciudad, que está a pocos metros de la Asociación Cultural, donde autoridades municipales le explicaron que lleva el nombre de la fecha fundacional de la colonia y ciudad, y que también cuentan con las piedras que simbolizan la evolución que tuvo la zona con los colonos.
Otra actividad desarrollada en un soleado día por Mako fue conocer la plaza Dr. Kunito Miyasaka –primer médico japonés de la zona que vino con los migrantes–, donde existen estatuas erigidas en memoria de fundadores y pioneros. En este espacio verde, la princesa hizo varias veces el saludo de reverencia y depositó una ofrenda floral frente al monumento que rinde homenaje a los inmigrantes fallecidos.
También tuvo un encuentro con un grupo de integrantes de la comunidad nikkei, donde igualmente estuvieron algunos de los primeros inmigrantes que llegaron a la zona cuando eran muy pequeños, acompañando a sus padres.
La primera en ser saludada por la princesa Mako fue Toshiko Seki, de 88 años, una de las primeras inmigrantes que aún viven. La abuela se mostró muy conmovida al ver y hablar con la alteza imperial, quien para contener mejor a Toshiko se sentó en cuclillas frente a ella y hablaron. Luego la princesa siguió su comunicación con los otros nipones presentes en la convocatoria.