Ambos se alzaron con un premio de USD 20.000 cada uno, a ser destinados a capital semilla.
La iniciativa buscó estimular el ecosistema emprendedor mediante el reconocimiento a las iniciativas novedosas, orientadas al mejoramiento de la competitividad, a una mayor articulación en circuitos productivos locales y al planteamiento de nuevos esquemas de comercialización y apertura de nuevos mercados.
Leal desarrolló una máquina para extracción de proteínas, carbohidratos y nutrientes del bagazo del almidón, para desarrollar un nuevo alimento alto en proteínas y carbohidratos a muy bajo costo.
El problema del tratamiento del producto es que tiene 82% de humedad. Leal consiguió sacar la humedad de manera a que no pierda sus nutrientes. Es una máquina con una especie de filtro que va separando la humedad del carbohidrato y los nutrientes, lanzando el agua a otro sector. Luego se unen estos productos y se pasa a otro proceso que va apretando la materia prima y el resultado es un producto con 12% de humedad, ideal para pelletizar o hacer harina.
El bagazo o typyraty (en guaraní) es un producto que las almidoneras desperdician en 500 toneladas diarias. Con la máquina se crea una materia prima para la industria alimenticia, dividida en dos áreas: la industria animal, que crea un pellet fortificado en proteína a bajo costo; y la segunda es una materia prima para producir fideos, panes y cereales más nutritivos.
Con la implementación se lograría desarrollar por 130.000 dólares, el equivalente a G. 700 millones, una tonelada de alimentos, y poder alimentar a muchas familias indígenas y humildes del país, a muy bajo costo.
A Leal le queda ahora desarrollar la industria, en la que utilizará el premio para los análisis fitosanitarios y certificaciones que requiere un alimento, cuyo costo es de 200 dólares cada uno, para luego venderlo a los mercados. Ya hay clientes de África, Estados Unidos y de Latinoamérica interesados en el producto para crear otro alimento.