30 dic. 2024

Producen alimento nutritivo del bagazo de la mandioca

El primer concurso de Conacyt sobre innovación, tecnología y emprendedurismo Innovando con Ciencia y Tecnología 2017 seleccionó como ganadores los trabajos presentados por Jorge Eugenio Leal Gallardo, para Cassava Food Enhancer, y Arnoud Cuppens, de Tierra Scan, quienes obtuvieron el primer premio en las categorías Innovación y Base Tecnológica, respectivamente.

Mirada social.  “Queremos desarrollar los alimentos para distribuir a las comunidades más carenciadas”, dijo Leal.

Mirada social. “Queremos desarrollar los alimentos para distribuir a las comunidades más carenciadas”, dijo Leal.

Ambos se alzaron con un premio de USD 20.000 cada uno, a ser destinados a capital semilla.

La iniciativa buscó estimular el ecosistema emprendedor mediante el reconocimiento a las iniciativas novedosas, orientadas al mejoramiento de la competitividad, a una mayor articulación en circuitos productivos locales y al planteamiento de nuevos esquemas de comercialización y apertura de nuevos mercados.

Leal desarrolló una máquina para extracción de proteínas, carbohidratos y nutrientes del bagazo del almidón, para desarrollar un nuevo alimento alto en proteínas y carbohidratos a muy bajo costo.

El problema del tratamiento del producto es que tiene 82% de humedad. Leal consiguió sacar la humedad de manera a que no pierda sus nutrientes. Es una máquina con una especie de filtro que va separando la humedad del carbohidrato y los nutrientes, lanzando el agua a otro sector. Luego se unen estos productos y se pasa a otro proceso que va apretando la materia prima y el resultado es un producto con 12% de humedad, ideal para pelletizar o hacer harina.

El bagazo o typyraty (en guaraní) es un producto que las almidoneras desperdician en 500 toneladas diarias. Con la máquina se crea una materia prima para la industria alimenticia, dividida en dos áreas: la industria animal, que crea un pellet fortificado en proteína a bajo costo; y la segunda es una materia prima para producir fideos, panes y cereales más nutritivos.

Con la implementación se lograría desarrollar por 130.000 dólares, el equivalente a G. 700 millones, una tonelada de alimentos, y poder alimentar a muchas familias indígenas y humildes del país, a muy bajo costo.

A Leal le queda ahora desarrollar la industria, en la que utilizará el premio para los análisis fitosanitarios y certificaciones que requiere un alimento, cuyo costo es de 200 dólares cada uno, para luego venderlo a los mercados. Ya hay clientes de África, Estados Unidos y de Latinoamérica interesados en el producto para crear otro alimento.