Lo normal es el parto natural; sin embargo, la cesárea es vista como algo normal. Esta idea pretende ser cambiada para el beneficio tanto de la madre como del niño a través del respeto al proceso natural del embarazo, los tiempos, el instinto y la posibilidad de recibir al niño de la manera más natural posible.
Se estima que el 95% de los partos en el sector privado son por cesárea y una vez que la mujer queda embarazada directamente programa la cirugía que es compleja y tiene sus consecuencias, señala la psicóloga de Lumbre, Liza Carísimo.
Lumbre pequeños caminos hacia tu interior es una organización que busca promover el parto respetado, es decir, que la mujer decida cómo dar a luz y que el momento del alumbramiento sea un proceso en el que predomine el instinto de la mujer y que esta llegue a este punto con toda la información necesaria. Lumbre organiza un encuentro para la familia denominado Hacia una maternidad y crianza respetadas, el próximo viernes 13 y sábado 14 de diciembre, con la participación de la especialista Raquel Sánchez, de España.
Carísimo explicó que el grupo busca orientar tanto a mamás, papás y a la familia para que el embarazo sea un proceso armonioso y desechar la idea arraigada de que el parto es sinónimo de dolor.
“Lo que buscamos es volver al instinto, volver a lo natural porque vivimos apurados y no nos damos el tiempo para vivir una maternidad respetada que significa respetar el proceso natural del embarazo, fisiológicamente hablando, porque las mujeres tenemos esa capacidad instintiva. El ser humano creó la tecnología para ayudar en los casos de partos riesgosos, la cesárea que es una técnica a la que se recurre ya sin que existan riesgos”, apuntó Carísimo.
Indicó que uno de los impactos negativos de la cesárea es el desapego entre la madre y el hijo que pasan mucho tiempo desconectados luego del nacimiento, se interrumpe el amamantamiento. Además, la mujer no recibe toda la información necesaria del procedimiento ni las drogas que le son aplicadas.
Carísimo explicó que un proceso de parto puede durar hasta 4 días, tiempo que no se espera en un hospital y para acelerar la dilatación se le inyecta a la mujer la oxitocina, una hormona que se encarga de apurar la dilatación y, por consiguiente, el parto, interrumpiendo todo el proceso natural. “Va en contra de la naturaleza, ¿por qué hacen eso? Nos dan la elección. Lo ideal es que una elija, pero no hay elección porque no hay información”, apunta.
Para informes con Liza Carísimo al 0981 492-561 o escribir a liza@lumbre.com.py.