Por su interpretación en Truman, de un hombre que se enfrenta a la muerte, el actor argentino ya logró antes la Concha de Plata al mejor actor en el Festival de San Sebastián (compartido con su compañero de reparto, Javier Cámara) y el Feroz de los periodistas de cine. “Hemos ido de abrazo en abrazo y eso es mucho, es sentirse muy contenido y querido”, dijo.
Esto no le impidió insistir en que no le gustan los premios. “Tienes una ventaja muy grande cuando no lo ganas, te vas a casa”, dijo Darín entre risas.
Y sobre su reivindicación al recoger el premio –“Hagan algo por la cultura, porque es lo único que hay que hacer”, dicho a los políticos presentes–, Darín señaló que no se podía dejar pasar la ocasión, y “menos con políticos tan bien vestidos”, agregó sonriente.
“A veces detesto aprovechar la oportunidad, pero como estaban ahí sentados dije, bueno, que ellos vean lo que nos ocurre, y cómo nos emocionamos y cómo vibramos con este oficio tan bendito, y probablemente esto ha sido un granito de arena para arrimarles un poquito de reflexión o reenfoque”, explicó.
También tuvo un recuerdo para su padre. “Si hay alguien con quien yo viví esta experiencia fue con mi padre”, dijo en referencia a su papel en Truman, una película llena de “grandes actores” que en algunos casos participaron para una sola escena. Y se refirió en especial a Javier Cámara, que se llevó el Goya a Mejor Actor Secundario.
Ánimo para seguir. El director de Truman, Cesc Gay, confesó sentirse “feliz” por su Goya a la Mejor Dirección.
“Yo venía relajado con mi espíritu de perdedor, y ha estado muy bien. Ha sido una gala en la que nos lo hemos pasado muy bien, por cómo ha sido, porque no siempre es así”, contó al término de la 30 edición de los Premios Goya ya con su “cabezón” en la mano y rodeado por los productores de la película, la que también se alzó con el galardón a Mejor Cinta.
Para Gay, cuya película logró cinco de los seis Goya a los que estaba nominada (película, director, actor protagonista, actor de reparto y guión original), este Goya le “anima a seguir”, aunque también ayuda a que los productores “tengan que pelear un poco menos”. “Nos ha tocado a nosotros y nosotros felices; a seguir haciendo películas”, agregó.
Gay recordó cómo durante la ceremonia les dijo a sus “contrincantes” Fernando León de Aranoa e Isabe Coixet, que ese premio era “suyo”, una broma que les ha hecho precisamente por la amistad que les une, reconoció. EFE