Entrevistado por ÚH, el ex zaguero franjeado se refirió al superclásico. Señaló que poco a poco este tipo de enfrentamientos se va desnaturalizando, por diferentes razones y recordó el partido que más le marcó contra Cerro Porteño.
“Clásicos era los de antes, por la manera que vivían los hinchas en la semana previa y durante los partidos. En el estadio se veía a familias reunidas en las gradas; era una fiesta en todo sentido. Futbolísticamente había más libertad dentro de la cancha. Hoy existen muchas ataduras tácticas y los árbitros parecen que ansían en forma desmedida ser los protagonistas por encima de los jugadores”, comentó Ramírez.
“Hoy pareciera ser que todo se volvió muy comercial y la mayoría de los aficionados solo van a los estadios para enfrentarse con las barras rivales y no precisamente para observar el juego en sí. Hace tiempo no voy a cancha por ese motivo”, apuntó.
GRABADO EN LA MEMORIA. Ramírez recuerda un clásico en especial. Es el que se jugó por la Libertadores de 1991. En el partido de ida, Ramón Hicks, delantero entonces de Cerro en la previa había declarado: “Ganarle a Olimpia y después morir”. Eso generó todo tipo de reacciones y se acrecentó por justamente ganó el Ciclón y lo hizo con gol de Hicks.
“Para la revancha estábamos con la sangre en los ojos y entramos con una enjundia sorprendente. Le pasamos por encima a Cerro, ganamos 3-0, de ese partido no me olvido”, afirmó Ramírez.