EFE
Moore, que falleció este martes en Suiza a los 89 años, entró en la franquicia del popular agente 007 en 1973 con el reto de relevar a Sean Connery, que había velado en la ficción por la seguridad de la reina de Inglaterra desde 1962 con su primera misión en el filme “Dr. No”.
“Live and Let Die”, con música de Paul McCartney y dirección de Albert Broccoli, fue la primera cinta en la que Moore pudo hacer suya la famosa frase del agente especial: “Un martini seco, agitado no revuelto”.
Moore tenía 45 años, el actor de más edad, cuando se puso por primera vez en la piel del personaje de Ian Fleming, y lo dejó a los 57 con “A View to a Kill”, en ese caso también un récord de años.
Esa dilatada carrera al frente del agente secreto al que han dado vida otros actores como Pierce Brosnan o Daniel Craig acabó en 1985 con “A View to a Kill”, pero antes había empuñado el revólver en otras cinco cintas: “The Man with the Golden Gun”, “The Spy Who Loved Me”, “Moonraker”, “For Your Eyes Only” y “Octopussy”.
Aunque el Bond de Fleming no se parecía al de Moore, el actor consolidó su fama gracias a los tintes de humor irónico, su voz profunda y el carácter flemático que aportó a un personaje que, como él mismo reconoció en una entrevista en 2012, era poco realista.
“Lo primero, mi reacción era siempre: él no es un espía real. No puedes ser un espía real y que todo el mundo en el planeta sepa quién eres y cuál es tu bebida preferida. Eso era tremendamente divertido”, explicaba el actor.
Con ese toque de humor, Moore estuvo durante doce años al frente del personaje que protegía en el cine a la reina de Inglaterra, y, en la vida real, Isabel II le concedió el título de sir en 2003 por sus “servicios a la caridad”, ya que fue embajador de Unicef, asombrado por la labor de su amiga Audrey Hepburn.
Unos años más tarde, el 11 de octubre de 2007, Moore vería reconocida también su faceta puramente profesional con su flamante estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Pierce Brosnan, otro británico unido a Moore por el papel de agente 007, ya había entrado en el Paseo unos años antes, en 1997, pero hasta la fecha los dos son los únicos James Bond con un hueco en esa avenida de Hollywood.