20 abr. 2025

“Se me persigue y estoy privada de mi libertad por proteger a mi hijo”

Milda Galeano Aquino ya esperaba ansiosa al equipo de ÚH, en la sala de espera del penal del Buen Pastor. Su mirada denotaba su necesidad de contar su verdad, ya que hasta el momento la alianza burocrática del Ministerio de Justicia y la Corte Suprema, que establecieron un protocolo para entrevistar a las personas privadas de su libertad, le había impedido dar su versión sobre el motivo por el que está recluida hace 45 días.

Alzó la voz.  Milda Galeano Aquino, desde la cárcel del Buen Pastor, rompió el silencio y habló de su polémico caso.

Alzó la voz. Milda Galeano Aquino, desde la cárcel del Buen Pastor, rompió el silencio y habló de su polémico caso.

La mujer, que hoy tiene 31 años, fue acusada por su ex marido Javier Córdoba y su ex suegra de raptar a su propio hijo, que hoy tiene 12 años, y esconderlo supuestamente en Paraguay.

Tras la denuncia de su ex familia política, se dictó orden de captura internacional sobre ella y la Justicia argentina pidió su extradición por los delitos de sustracción y ocultamiento de un menor.

Extradición. Hace 45 días que Interpol Paraguay dio con su paradero y desde entonces está recluida en la cárcel del Buen Pastor, esperando que la Justicia decida si se la extradita o no.

“Hace 9 años que en mi país se me persigue por querer a mi hijo y protegerlo”, comenzaba diciendo la mujer con la mirada que disparaba impotencia, al igual que sus palabras.

Milda, que es oriunda de Atyrá, negó las acusaciones de su ex marido, de la cual se hicieron eco medios argentinos y paraguayos, y aseguró que ella huyó de aquel país porque era víctima de violencia.

“Nos conocimos el 24 de diciembre de 2002, en Paraguay; tuvimos seis meses de noviazgo. Nos casamos y fuimos a la Argentina, solo de visita supuestamente. Pero ya no vinimos y ahí él comenzó a cambiar conmigo. Mi embarazo fue demasiado violento. Me maltrataba, me denigraba como mujer”, relataba Milda, quien aseguró que su ex marido la trataba de “paraguaya de mier…” y que le llegaron incluso a esconder sus documentos.

El idioma. Afirmó que la tenían prácticamente encerrada en la casa de Paso del Rey, Buenos Aires. “Cuando vivía en Argentina, tenía prohibido hablar con mi papá en guaraní, me amenazaba con pegarme y me controlaba cuando hablaba por teléfono”, añadió.

La compatriota reconoce que es caro el precio que tiene que pagar para que no restituyan a su hijo, pero que prefiere estar privada de su libertad, si es para proteger al niño que vio nacer.

“Estoy privada de mi libertad por mi hijo, por proteger a mi hijo y lo voy a seguir haciendo”, sentenció la requerida por la Justicia argentina.