31 ene. 2025

Un monstruo que cautiva a los androides

Así la vimos...... Alien - Covenant

Foto: UH Edicion Impresa

Foto: UH Edicion Impresa

Sergio Cáceres Mercado

sergio209@lycos.com

Esta secuela de Prometeo, ambas a su vez presentadas como precuelas de la tetralogía Alien, sigue revelando un gran esfuerzo por parte de Ridley Scott de hacer algo distinto, pero que al final no lo consigue.

Luego de la debacle de la nave Prometeo, aparece otra bautizada como Covenant. Mientras ya esperamos la aparición del monstruo-parásito haciendo estragos en la tripulación como en otros capítulos, al final los vemos descendiendo a un planeta donde encuentran al androide de Prometeo, su único sobreviviente. Este sigue teniendo un papel relevante en toda la trama, pues sus reflexiones y sentimientos están íntimamente conectados al monstruo, así como al androide que viene con los tripulantes del Covenant. Ambos son casi idénticos, solo los diferencian aspectos técnicos y lo que cada uno opina acerca del alien.

Aquella pretensión de reflexionar sobre el origen de la humanidad que vimos en Prometeo, se traslada ahora a las cavilaciones del viejo androide David. Sin embargo, el suspenso siempre aparece, así como la temible criatura que va acabando con varios de los exploradores. El terror y escenas sangrientas siguen siendo la esencia del universo Alien, y las reflexiones filosóficas solo un accesorio, un lujo en estas precuelas que Scott dirigió.

Parece que el intento por retomar la figura de alien no logra prender del todo. La falta de una protagonista humana como Ripley –que en las cuatro que conforman la saga original se enfrentó al alien de manera casi épica– no logra llenarse con la presencia de los fríos y calculadores androides, que aunque infaltables y claves en cada una de las entregas, nunca fueron los protagonistas.

Los seguidores de esta vieja saga saldrán satisfechos por ver en acción una vez más al temible y ácido alienígena, aunque quizá más sabios gracias a las reflexiones del androide que comparte con ellos su admiración hacia el alien.

Calificación: *** (buena)