Eso ahora cambió. En el marco de la reforma del Estatuto de la UNA, la Asamblea Universitaria (AU) resolvió ayer –por unanimidad– eliminar la trampa jurídica que impedía al plenario del CSU resolver con celeridad la intervención de una casa de estudios en crisis; como el caso de la Facultad de Ingeniería de la UNA (Fiuna).
La modificación de uno de los incisos del artículo 38 del Estatuto universitario estipula que la decisión de intervenir una Facultad se tomará sobre la base de los dos tercios, pero “de los miembros presentes” en una sesión determinada.
Este cambio pondrá freno a artimañas y chicanas, tendientes a dilatar la resolución de conflictos como el de Fiuna.
Cuando no estaba especificado dicho apartado, se precisaban 34 votos sobre el total de 50 consejeros, para aprobar un pedido de intervención.
Esto provocó que una minoría del CSU frustrara en tres ocasiones dicha medida en Ingeniería que entonces llevaba casi tres meses sin clases.
Pese a que una mayoría del Consejo Superior estaba de acuerdo, no alcanzaba la cantidad señalada para intervenir.
“Esto permitirá tomar decisiones con más celeridad, pero también con menos artimañas porque es muy fácil no asistir a la sesión y te lavás las manos”, sostuvo Laura Osorio, asambleísta estudiantil por la Facultad de Ciencias Médicas (FCM), quien mocionó la propuesta.
Por lo demás, el plenario aprobó ayer que los miembros del CSU no podrán ocupar cargos de confianza y serán reelectos una sola vez, de forma consecutiva o alternada.