En el taller Vicky Origami (Ana Díaz esquina Brasil) nacen ideas que con imaginación y creatividad van tomando forma y plasmándose en papel, guiadas por Vicky Duarte, una fiel seguidora del arte milenario del origami.
Giroscopios, estrellas modulares, mariposas, grullas, hexaedros, estrellas de doce puntas, icosidodecaedros, libélulas combinadas con vainas, semillas y un sinfín de elementos, entre los que también se incluye el ñandutí, son utilizados por Vicky para transformar piezas únicas.
Ella se inició en esta actividad hace una década. Recuerda que todo cambió cuando le mostraron cómo hacer un animalito. “Un amigo me enseñó a hacer la grulla; que es un símbolo de paz y prosperidad. Me pareció increíble que doblando y volviendo a doblar papel salga algo tan lindo. Luego empecé a estudiar para ahondar en el tema”, recordó.
Además, aprendió kirigami, que es cortar papel, mientras que el origami es doblar papel. Pero se decidió por el origami. Fue así que empezó a crear pajaritos y los iba colgando en su ventana. Eran tan llamativos que la gente le tocaba el timbre para preguntar si estaban a la venta y así comenzó a vender sus creaciones.
Ya con el tiempo, luego de haber ganado experiencia, fue agregando su toque personal “armando colgantes y frutos o ramas secas”.
ARTE MILENARIO QUE AYUDA. El origami es un arte milenario de origen japonés cuya práctica se extendió a todo el mundo. La técnica tiene importantes beneficios sicofísicos. Tanto como el desarrollo visomotriz, mejora la concentración, provee de mayor eficiencia en la memoria y relajación.
También se utiliza como terapia, al igual que la pintura de mandalas y otras figuras geométricas. Ayuda a la concentración, la memoria y a liberar el estrés. “Te libera de lo que te estresa y ya trabajé con personas de la tercera edad para mejorar la memoria. También es conocido con el nombre de papiroflexia”, comenta Vicky.
TALLER. Mañana y el próximo sábado dictará un taller de origami para todo público, a partir de 8 años de edad. Las clases se desarrollarán en El Granel, sito en Juan de Salazar casi Artigas.
Asimismo, Vicky cuenta que en el taller “se puede hacer cualquier poliedro, animalitos, ecosistemas, peces, insectos. Es un mundo de papel”, insiste y asegura que “todo es posible”.
Asegura que prácticamente no hay limitaciones y que una de sus cualidades es la versatilidad. En la actualidad se encuentra trabajando un centro de mesa que solicitó un cliente. Además, ya recibió pedidos para realizar ramos de novia y los adornos para una boda.
En cuanto a las figuras que más le gustan elaborar se encuentra la estrella de 52 puntas “que entra dentro del origami modular. Se pueden combinar varios papeles y colores”, explica.
En cuanto al costo, es bien accesible y se pueden encontrar una variedad de figuras desde G. 20.000 en el taller que se encuentra sobre Ana Díaz esquina Brasil. Además hay juguetes de papel para hacer ejercicios a G. 10.000, los colgantes más elaborados cuestan entre G. 500.000 y G. 600.000.