De acuerdo con las informaciones recolectadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 25% de los hogares paraguayos –o 1 de cada 4– se vieron afectados por la inseguridad alimentaria moderada o grave durante casi todo el 2021.
Los departamentos con mayor prevalencia a pasar hambre son Caazapá e Itapúa, mientras que con relación al género se observó que las mujeres estuvieron en una situación más vulnerable.
En la forma grave de la inseguridad alimentaria, el análisis cuantitativo demostró que en 5 de cada 100 hogares, al menos uno de los integrantes pasó incluso un día o más sin haber comido; en tanto que la forma moderada implica alimentarse menos en cantidad o calidad.
Los datos se obtuvieron a través de entrevistas y reflejan condiciones que sufrieron las personas en los últimos 12 meses. Para el efecto se adoptó la Escala de Experiencia de Inseguridad Alimentaria (FIES, por sus siglas en inglés), la cual fue aplicada por primera vez en la Encuesta Permanente de Hogares Continua del tercer trimestre del 2021, con el acompañamiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, que desarrolló esta medición. El periodo coincide con una etapa todavía crítica de la pandemia del Covid-19.
Los hallazgos arrojaron datos más alarmantes que los índices de subalimentación, que muestran un nivel de menos de 10%. En este caso además se estudia la capacidad de acceder a los alimentos.
En cuanto a la ubicación geográfica, la directora de Encuesta de Hogares del INE, Norma Medina, explicó que los resultados son similares a otras mediciones, pues nuevamente son las zonas rurales las que muestran más dificultad para saciar el hambre, donde Caazapá encabeza la lista de los departamentos con mayor vulnerabilidad en un 37,55%, en tanto que Asunción se encuentra al final con 13,25%.
En forma simultánea se estudió la condición individual de las personas, donde se reporta que 26 de cada 100 paraguayos modificaron negativamente su alimentación y que en su forma grave alcanzó al 6%.
OTROS HALLAZGOS. En cuanto a la segmentación por sexo de la jefatura de hogar, el INE expuso que las casas lideradas por mujeres estuvieron más expuestas a la inseguridad de su alimentación, en un 28,98%, en tanto que para los hogares encabezados por los hombres la medición arrojó una prevalencia de 22,22%.
Las entrevistas contemplaron ocho preguntas sobre experiencias de las personas acerca de si sintieron hambre, pero no comieron; si dejaron de alimentarse durante todo un día; si se saltaron una comida o si su hogar quedó desabastecido.
Los resultados se presentaron ayer en un encuentro en la Quinta Ykua Satî, organizado por el INE, dirigido por Iván Ojeda, y están listos para ser comparados con las siguientes entrevistas. En principio el objetivo es aplicar esta medición cada dos años.