En el 2001, al menos 12 menores de edad, recluidos en el Instituto de Reeducación del Menor “Panchito López”, murieron tras un incendio, mientras que 40 habían sufrido graves heridas.
Este penal solo tenía capacidad para 15 internos, pero albergaba a 200 o 300 adolescentes. Es más, según las estadísticas, entre el año 1996 y 2001 unos 4.000 menores fueron víctimas de condiciones carcelarias “infrahumanas”.
Por este hecho, en el 2004 la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) sancionó al país por el inhumano trato en las cárceles paraguayas. A pesar de esto, 12 años después, un nuevo incendio, pero esta vez en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, se cobró la vida de 5 reos y del jefe de seguridad, quien logró salvar la vida de 85 adultos mayores.
Ante lo ocurrido con el caso Panchito López el Estado debía indemnizar en agosto del 2013 a las víctimas. En el caso Tacumbú, no se mencionó aún algún tipo de indemnización.
Pasaron 15 años del incendio en el correccional de menores y las condiciones edilicias de las hacinadas cárceles empeora.