Así lo expresa Fido (Sao Paulo, 1971) en una entrevista con Efe con motivo el lanzamiento en España de esta adaptación publicada por la editorial De Bolsillo, una novela gráfica que ha tardado dos años en llevar a cabo.
“Orwell y su distopía son tan relevantes hoy que no podía evitar tenerlo en mi cerebro todo el tiempo. La realidad cotidiana llamaba a mi puerta recordando que en realidad estaba viviendo una triple distopía: el 1984 de Orwell, el nuevo gobierno brasileño y luego la pandemia”, dice Nesti.
Y es que, para el autor, el “poderoso mensaje” de George Orwell sigue “siendo muy urgente” porque “ahora estamos ante el regreso de varios regímenes totalitarios”.
Según cuenta, fue en 1984 cuando leyó en la escuela por primera vez Animal Farm (Rebelión en la Granja) y 1984, una fecha en la que tenía 13 años: “me impresionó mucho su visión de pesadilla del futuro. Todavía estaba viviendo los últimos días de una dictadura militar en mi país, por lo que el escenario de la novela no me resultaba extraño en absoluto”.
Por eso, leerlo de nuevo para hacer esta adaptación fue para él “un gran placer”, aunque esta lectura le dio un “segundo golpe” ya que “todavía resuena con mucha fuerza”.
“Algunos de los temas de la novela, como la pérdida de la individualidad, me impresionaron aún más. Cuando lo leí por primera vez no había Internet y ahora las pantallas que todo lo ven están en nuestras manos, todo el tiempo, en formato de teléfonos móviles”, reflexiona.
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En cuanto al proceso de trabajo, Nesti lo califica de “desafiante” porque para llevarlo a cabo necesitó hacer varias lecturas, anotaciones, desarrollo de personajes, investigación, guiones y diseños.
“Fue -explica- particularmente difícil elegir qué extractos podrían abreviarse dado que el texto es muy rico y relevante. La idea era crear un buen equilibrio entre texto e imágenes para hacer que funcione como una novela gráfica sin perder el alma de la novela”.
Y no lo pierde porque hasta la elección de color parece salida de la mente de Orwell: gris y rojo.
“Creo que el hormigón -como define el artista al gris- es un buen color para representar la opresión, la desesperación, la tortura, la pérdida de la humanidad. Vivir en Londres durante un año me ayudó con la creación de la paleta de Oceanía, inspirada en el clima y la arquitectura brutalista”.
Y estos colores funcionan también como un “estado mental”, ése que refleja lo que sucede dentro de la cabeza de Winston Smith.
“Estaría muy feliz si pudiera despertar cierto interés en nuevos lectores, así como si este cómic ayude a difundir sus palabras y llamar la atención para descubrir la novela original”, concluye este autor brasileño que trabaja para publicaciones como The New Yorker, Rolling Stone o Americas Quarterly.