Maravillarse con su arquitectura de aire europeo que amamos, conocer nuevos locales gastronómicos, disfrutar de conciertos internacionales, ver obras de teatros, visitar estadios de fútbol, tirarse a descansar en los parques, desconectarse en museos y centros culturales o recorrer librerías. Un destino que abarca todos los placeres diversos, por eso es perfecto para viajar tanto solo como también para disfrutarlo en grupo de amigos o con la familia y, por supuesto, también como destino romántico.
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No en vano tantos creadores de contenido cuentan historias sobre ella, como @alejandrocsome, que nos enseña de arquitectura. Sí, argentina principalmente, de una forma tan emocionante que uno no se puede quedar atrás en la emoción cuando lo narra él.
O @vivamosba, que desde su cuenta declarada de Interés Cultural nos brinda datos curiosos de la ciudad, lugares desconocidos, ya sean históricos, gastronómicos o llenos de personalidad. Y no podía faltar uno centrado en gastronomía: @lachicadelbrunch, que nos hace agua la boca al mostrarnos una variedad de cafeterías, bares y restaurantes.
Todo esto para evidenciar que cosas por hacer y probar allí, sobran. Cada viajero tiene su propia motivación para continuar visitándola, esa es su magia. “Buenos Aires no es ni europea ni latinoamericana. Es una ciudad única, con su propio estilo y personalidad”, en palabras de Julio Cortázar.
Los clásicos a los que siempre volver
Los bosques de Palermo. Un oasis verde con lagos, jardines, senderos para caminar, correr o andar en bicicleta, y espacios para hacer picnic o tomar mate. Además, están el Jardín Japonés y el Rosedal, que deslumbran con su belleza y tranquilidad, sobre todo cuando sus flores están en su apogeo. Se puede alquilar una bici o una embarcación a pedal en el lago. Ya depende de cuánto tiempo le quieras dedicar.
El Ateneo Grand Splendid. Ir a Buenos Aires y no visitarlo es inaceptable, una de las librerías más hermosas del mundo. Originalmente fue un teatro, cuando abrió sus puertas en 1919, pero no fue hasta el 2000 que cerró y se convirtió en librería. Su magnífica cúpula pintada y el escenario reconvertido en café son partes de su encanto particular.
El Cementerio de Recoleta. En 1822 estaba fuera de la ciudad. Sin embargo, con el tiempo pasó a ser un importante destino turístico y cultural, ya que sus mausoleos y tumbas reflejan distintos estilos arquitectónicos, desde el neogótico hasta el art noveau. Un lugar ideal para apuntarse un tour y conocer cuáles son las personalidades destacadas que tienen sus tumbas allí: Eva Perón, Sarmiento, Mitre y muchos más.
El Teatro Colón. Lo podés conocer de dos maneras: asistir a un evento —su acústica es envidiable— o con el tour guiado —la belleza de sus espacios lo vale—. Los recorridos se dan todos los días cada 15 minutos y duran 50 minutos. La entrada está 6000 pesos, pero chequeá la web antes de ir. Se recorre detrás de escena, salones, pasillos, palcos y el imponente Salón Dorado —deslumbrante total— mientras se absorbe toda su historia a lo largo de sus más de 110 años. Uno de los mejores paseos que tomé, sin dudas.
Los lugares más populares para comer. Depende de tus gustos, pero estos son los más nombrados: Güerrín cuenta con la pizza más famosa, Don Julio Parrilla está en las listas mundiales, Café Tortoni tiene como atractivo su arquitectura y el Paulin cuenta con la particularidad de que deslizan los platos por la barra y los tenés que sujetar (sí, como aparece en Argentina 1985). Una experiencia de adrenalina para no perder la comida.
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Dime tu compañía viajera y te diré qué visitar
Los que aman las artes. Su rica cultura es testimonio vivo de sus influencias. Ya lo señalaba Mercedes Sosa: “Buenos Aires es una ciudad de contrastes, donde la elegancia se encuentra con la bohemia; la modernidad, con la historia”. Y estos lugares lo comprueban. El Malba (Museo de Arte Latinoamericano) ya desde su edificio es un disfrute, pues deja entrar muchísima luz natural, con muestras que van desde la fotografía hasta la escultura. El Centro Cultural Borges, dentro de Galerías Pacífico, está escondido pero lleno de piezas artísticas; el Centro Cultural Recoleta alberga muestras contemporáneas muy diversas y coloridas, de las que hacen una locación fotográfica ideal. También hay librerías como Libros del Pasaje, en Palermo Soho, y Eterna Cadencia, en Palermo, para explorar con mucha personalidad. O bien se puede recorrer el Mercado de San Telmo y dejarse llevar por las historias que nos cuentan las antigüedades disponibles.
Los apasionados por el fútbol. Dos lugares indiscutibles para visitar son el Estadio La Bombonera, de Boca Juniors, y/o el Monumental, de River Plate. Ambos tienen sus museos, que hacen un recorrido por la historia, los trofeos y los recuerdos emblemáticos. El Monumental ya cuenta con exhibiciones interactivas y una experiencia más vanguardista. Claro que una visita a Buenos Aires es la excusa perfecta para llevarse también un souvenir deportivo del reciente Tricampeón del Mundo.
Los foodies. Decir que Buenos Aires tiene un sinfín de opciones se queda corto. Hay para todos los gustos: cocina oriental, pastas, carne asada, comida vegetariana y vegana, tragos, brunches, medialunas, alfajores, pastelería…. Aquí, una variedad para que te animes a probar nuevos sabores: Niño Gordo (fusión asiática), Narda Comedor (de barrio y saludable), Cucina Paradiso (italiana), Fukuro Noodle Bar (ramen), Betular Patisserie (pastelería francesa), Coffee Town (café de especialidad).
Con los niños. El planetario Galileo Galilei tiene proyecciones en su cúpula gigante que fascinan a los niños y nos recuerdan a los grandes el pequeñito lugar que ocupamos en el cosmos. El clásico es De la Tierra al universo, pero las funciones varían acorde al día y la hora. También cuentan con observaciones por telescopio los sábados y domingos al atardecer. Igual, verificá las actividades en su web antes de ir. También podés llevarlos al Museo de los Niños Abasto, una ciudad para los peques donde juegan a ser bomberos, doctores, periodistas, cocineros y mucho más. También suelen contar con atracciones especiales. O bien, llevalos al Parque de la Ciudad, que aparte de su bello y extenso paisaje verde, tiene talleres de arte y juegos mecánicos permanentes para chicos.
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Lo nuevo por conocer
Narda Lepes tiene un nuevo restaurante conceptual: Kona Corner BA. Es colaborativo con Inés de los Santos, una de las primeras mujeres referentes de la coctelería argentina. ¿Dos de las más grandes de la gastronomía vecina con algo novedoso? Hay que ir. Todo está pensado, hasta el arte contemporáneo en su interior. Podés sentarte en la vereda, adentro o en la barra. Abre de martes a sábados y sirven almuerzos.
Conocer una de las cervecerías más importantes es posible, gracias a la maltería Quilmes, que abrió las puertas de su fábrica para visitas guiadas. Está a media hora en las afueras de Buenos Aires, pero si te gusta, valdrá la pena. El tour cierra con una picada o una cena que incluye entrada, plato de fondo y postre para completar la experiencia.
Si de bares conceptuales se trata, atendé este: Nob3l. Está inspirado en el nobel de Química Luis Federico Leloir y fue desarrollado por el bartender Sebastián García, que es socio de Presidente, uno de los bares más importantes del mundo. La coctelería va acompañada con platos que incluyen desde carnes hasta tiraditos o ceviche.
Aguabites: porque si de innovación se trata, el país vecino siempre nos sorprende. Este restaurante tiene picadas —o bites— asiáticas que se sirven en una barra acuática. Así que, si te gusta la comida oriental, este es tu lugar. Cuenta con sushi, platos tradicionales como dumplings, woks o tteokbokki, además de bites de autor; todo acompañado por asian cocktails con soju y sake, principalmente. También tienen mocktails.
The Uptown, uno de los más famosos, replica la experiencia de un bar underground de New York. No es tan reciente, pero deberías conocerlo. La experiencia empieza desde la escalera misma, que recrea los pasillos del metro, hasta llegar a una cabina del mismo transporte. La barra con inspiración industrial y el lugar en sí con temática de los años 20 tiene sillones de cuero y cristaleros de madera que van hasta el techo.
¿Cuándo la volverás a visitar?
Baires es una ciudad cosmopolita que no se detiene y no se deja amedrentar por las dificultades. Como señala Guillermo Francella: “Viajé por todo el mundo, pero la pretensión y la locura de Buenos Aires la hacen absolutamente única. Tiene algo de la sofisticación de las capitales europeas pero con la justa y necesaria cuota de decadencia que hace que no tenga la belleza empalagosa de París. Es caótica, imprevisible, cruel, contradictoria, pero son justamente esos defectos los que hacen que la ciudad respire. Todo puede pasar en Buenos Aires”.
Por Jazmín Gómez Fleitas (jazmingomezfleitas@gmail.com)