La Fiscalía acusa a los carabineros (Policía chilena), que ya fueron apartados de sus puestos, de los delitos de homicidio frustrado y apremio legítimo durante las protestas que tuvieron lugar los días 28 y 29 en Puerto Alto, 26 kilómetros al sur de la capital.
“Todos los antecedentes que se mostraron fueron suficientes para acreditar tanto la existencia del delito como la participación de los imputados”, explicó el fiscal de derechos humanos de la Fiscalía Sur, Milibor Bugueño.
El primer “fue el más grave porque la víctima quedó en riesgo vital” y tuvo lugar el 28 de enero cuando los uniformados agredieron al joven Leonardo Sanhueza Olivares, quien sufrió múltiples fracturas y la perforación en un pulmón, apuntó el fiscal.
El segundo caso ocurrió un día después y generó gran polémica luego de que se viralizase en las redes sociales un video en el que se ve a un grupo de uniformados golpeando en el suelo al joven Matías Soto Ramos. Los agentes imputados participaron presuntamente en ambas palizas e integraban la misma patrulla de la Comisaría de Puerto Alto, que fue intervenida el viernes. EFE