Desde el Gobierno del estado de Mato Grosso do Sul informaron que los incendios, que se iniciaron el pasado 25 de octubre, devastaron ya unas 50.000 hectáreas, pese al trabajo realizado por los bomberos y el Grupo de Patrulla Aérea Militar de Brasil.
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Asimismo, indicaron que las llamas avanzan rápidamente por los fuertes vientos que se registran y que solo el martes pasado se tenían 74 focos entre los municipios de Corumbá, Miranda e Aquidauana, según el Instituto Nacional de Investigación Espacial.
En ese sentido, informaron que el escenario es devastador y que las llamas alcanzan unos 10 metros, mientras que el humo afecta la visibilidad en la carretera federal, por lo que se recomienda no viajar de noche.
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Entre otras cosas, mencionaron que el avión de apoyo realizó solo el martes unos 18 vuelos sobre los puntos calientes del Pantanal, vertiendo unos 50.000 litros de agua.
No obstante, aclararon que estos trabajos necesitan ser coordinados con los equipos de tierra para tener efectos, pero que la dificultad para llegar hasta los focos de incendios hace el trabajo más difícil.
El capitán de los bomberos, Vinicius Barbosa Gonçalves, manifestó que la prioridad es proteger la unidad de conservación ambiental del camino al Pantanal, como también las posadas y hoteles, que se encuentran llenos de turistas.
Las altas temperaturas, la baja humedad y los vientos que alcanzan los 30 kilómetros por hora complican el trabajo de los bomberos y voluntarios, según indicó Barbosa.