04 feb. 2025

8 claves por las que el incidente de Chernóbil fue peor que Fukushima

Fallo humano o catástrofe natural. Lentitud y opacidad frente a medidas rápidas. Ubicación en el interior o en la costa.

Chernóbil-1.jpg

Fotos del reactor 4 de la central nuclear de Chernóbil.
Fuente: www.realhorrorstories.com

Foto: www.realhorrorstories.com

Los accidentes nucleares de Chernóbil (Ucrania, 26 de abril de 1986) y Fukushima (Japón, 11 de marzo de 2011) fueron muy diferentes, pero los únicos en la historia en alcanzar el nivel 7, el más alto, en la escala que mide estos desastres.

Estas son ocho claves que los diferencian y que mantiene al accidente en Ucrania como el más grave de la historia, según un informe emitido este martes en Viena por el Comité Científico de la ONU sobre los Efectos de la Radiación Atómica (Unscear)

El 26 de abril de 1986, una cadena de reacciones nucleares durante una comprobación de seguridad provocó una explosión de vapor que derritió el combustible de la central de Chernóbil, que explotó y ardió durante diez días.

El 11 de marzo de 2011, un tsunami, causado por un terremoto dejó sin energía al sistema de la refrigeración de la central de Fukushima, lo que inició una fuga radiactiva que se prolongó durante 12 días.

1. Diseño. Fukushima tenía una contención primaria que evitó la liberación de gran parte de los radionucleidos, mientras que en Chernóbil el núcleo del reactor quedó expuesto directamente a la atmósfera.

El reactor soviético liberó 85 petabecquerels (PBq) de Celsio 137 y 1.760 petabecquerels de Yodo 131, frente a los 10 y los 120 de Fukushima, respectivamente.

2. El fuego del reactor Chernóbil debía ser rápidamente extinguido para minimizar el riesgo de propagación de las llamas en el resto de reactores, lo que expuso a cientos de trabajadores a altos niveles de radiación. Hasta 134 sufrieron síndrome de radiación aguda y 28 murieron. No hubo víctimas mortales entre los equipos de rescate en Fukushima.

3. El 80% de la radiación de Fukushima, situada en la costa, fue a parar al océano Pacífico, mientras que la de Chernóbil, en zona de interior, se fue depositando sobre Ucrania, Bielorusia, Rusia y parte del norte y centro de Europa.

4. El incidente de Chernóbil ocurrió más cerca de la temporada de la cosecha agrícola, lo que contaminó más alimentos, unido a las menos restricciones tomadas en la Unión Soviética que en Japón.

Además, el nivel de radionucleidos permitidos en los alimentos fue mucho más bajo en Japón que en la Unión Soviética, donde tampoco se advirtió correctamente a la población sobre qué alimentos evitar.

5. En Fukushima se mantuvo un alto nivel de medidas de seguridad: desde un mayor radio de evacuación (118.000 personas en un radio de hasta 30 kilómetros, frente a los 116.000 evacuados de Chernóbil en un radio de 20 kilómetros), hasta el reparto de cerca de un millón de tablas de yodo entre todos los menores de 40 años (en Chernóbil solo se repartieron entre los evacuados y el personal de emergencia).

Aparte de los evacuados inmediatamente después del accidente, en Ucrania hubo otras 220.000 personas que fueron trasladadas entre 1989-1992 a otras zonas más alejadas del incidente.

6. Japón salió beneficiado de criar la mayor parte de su ganado en graneros en lugar de en pastos al aire libre, como ocurría en la Unión Soviética, lo que evitó la transferencia de niveles más altos de radionucleidos a la leche y la carne de los animales.

7. La comida contaminada en la Unión Soviética provocó que mucha gente —niños en el momento del incidente— desarrollara cáncer de tiroides a largo plazo.

Además, el equipamiento médico utilizado en Japón, 35 años después de Chernóbil, era más moderno y por ende más sensible a la detección de anormalidades en la tiroides, lo que facilitó el tratamiento inmediato de los pacientes.

El nivel de yodo-131 absorbido por los evacuados en Chernóbil fue además muy superior al de los evacuados en Fukushima, al ser entre 50 milliGray (mGy) y 5 Gray (Gy) en el caso soviético frente a los 1 a 15 mGy en el caso japonés.

8. En cuanto a la biosfera, en un área de cuatro kilómetros cuadrados alrededor de Chernóbil todos los árboles quedaron muertos, y en un área mayor sufrieron daños casi letales, mientras que en Fukushima no se confirmaron daños en los bosques adyacentes que puedan ser atribuidos al incidente.

De forma similar, la radiación de Chernóbil redujo el número de invertebrados (como insectos, caracoles o gusanos) en un 30% en un radio de entre tres y siete kilómetros, y descendió el número de roedores.

En Fukushima la población animal no quedó afectada, aunque provocó daños genéticos en algunos invertebrados.

Más contenido de esta sección
Un ensayo clínico con más de 700 pacientes durante tres años ha demostrado que el consumo diario de un gramo de Omega 3 podría ralentizar el envejecimiento biológico de las personas.
El grupo islamista palestino Hamás confirmó este martes, sin dar detalles, que han comenzado las negociaciones sobre la segunda fase del alto el fuego en Gaza, que debe conducir a una “calma sostenible”, la retirada israelí completa de la zona y la liberación de soldados varones y menores de 50 años por presos palestinos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retrasó un mes los aranceles del 25% a las importaciones de sus principales socios comerciales, Canadá y México, tras obtener compromisos in extremis en materia fronteriza con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y la presidente mexicana, Claudia Sheinbaum.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este lunes que retrasó un mes la entrada en vigor de los aranceles del 25% a México tras una conversación telefónica con su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, quien se comprometió a desplegar 10.000 efectivos de la Guardia Nacional en la frontera común.
Los cárteles de la droga “tienen una alianza con el gobierno de México”, acusó este sábado la Casa Blanca.
El presidente Donald Trump admitió el domingo que los estadounidenses podrían sentir las consecuencias económicas de los aranceles que impuso a México, Canadá y China, pero defendió que “valdrá la pena” para garantizar los intereses de Estados Unidos.