El 5 de octubre de 1943, en el gobierno del general Higinio Morínigo, se emitió el Decreto N° 655, que estableció el régimen monetario de la República del Paraguay, con el propósito de dar curso legal a una nueva unidad monetaria y, de esa forma, asegurar la estabilidad, fortalecer y reafirmar la independencia y soberanía monetaria.
Este jueves la moneda local cumple 80 años de creación y con el correr del tiempo sigue manteniéndose como una de las más estables de la región.
Sus ideólogos fueron el entonces presidente del Banco del Paraguay, Carlos Pedretti, y el economista belga Robert Triffin, quien participó en la reforma monetaria de varios países de Latinoamérica.
Puede interesarle: Guaraní, la moneda menos devaluada en el Mercosur
En comunicación con Última Hora, el historiador Herib Caballero Campos contó el simbolismo que representa para la cultura paraguaya la moneda local que fue bautizada con el nombre guaraní.
“Es una reivindicación del pueblo originario en el marco de una política nacionalista que desarrollaba el gobierno de Morínigo”, sostuvo.
Antes de su creación, el Paraguay usaba el peso fuerte, también conocido como peso paraguayo, “que es una unidad que viene de la tradición española”, explicó Caballero.
El entonces presidente del país, el general Higinio Morínigo, impulsaba una política nacionalista, de acuerdo con Caballero, siendo la reforma financiera, a través de la creación de una moneda propia, uno de sus principales logros en materia económica.
Por su parte, Raúl Olazar, numismático aficionado, contó en un ciclo de charlas de la Asociación Cultural Mandu’arã que incluso se llevó a votación una lista donde figuraban varios nombres, siendo el guaraní el más resaltante.
El guaraní se representa a través de una G cruzada de derecha a izquierda con una barra (₲) y se creó siendo dividida en 100 partes iguales, denominadas céntimos.
Los primeros guaraníes eran los pesos fuertes que tenían un sello que les daba un valor. Se los conocía como billetes resellados, que circularon de forma provisoria hasta el 31 de diciembre de 1947.
Olazar recordó que el artículo 10 de las disposiciones transitorias establecía que “todo poseedor de billetes denominados en pesos fuertes tiene la obligación de canjearlos, antes del 1 de enero de 1946, por billetes resellados o de la nueva emisión denominados en guaraníes”.
También puede leer: El Museo del BCP resguarda un rico y valioso acervo cultural
Los primeros diseños propios del guaraní empezaron a circular recién en 1944 con los valores G. 1, 5, 10, 50, 100, 500 y se introduce el billete de G. 1.000, que sigue vigente hasta hoy, pero en formato moneda.
El diseño, materiales para la impresión, leyendas y otras características de los billetes y monedas estuvieron a cargo del entonces Banco del Paraguay y el Ministerio de Hacienda hasta 1952, cuando se creó el Banco Central del Paraguay (BCP).
Estabilidad del guaraní
El economista Amílcar Ferreira sostuvo en comunicación con Última Hora que no hay dudas de que uno de los mayores logros del Paraguay es la estabilidad de la moneda local, ya que esto es “una precondición muy importante para el desarrollo”.
Señaló que tener una moneda estable permite una planificación a largo plazo y que los inversionistas que vienen a Paraguay “puedan instalarse sin tener que preocuparse de la pérdida de valor” del guaraní.
“En estos últimos 20 años ha sido uno de los mayores logros del Paraguay el conquistar ese equilibrio macroeconómico, tener una baja inflación, al ser un país con un Banco Central independiente y con meta de inflación, que significa un mayor compromiso del país con el control de la inflación”, destacó.
Explicó que, sacando el pico de inflación que generó la pandemia del Covid-19, “hemos sido un país con una inflación media del 3%, que es ya casi de primer mundo en ese aspecto” e indicó que es uno de los “mejores atributos” que tiene el Paraguay para presentarse ante el mundo.
Puede leer: El BCP anuncia proceso de cambio de la familia de billetes del guaraní
Si bien es una moneda estable, los valores del guaraní van devaluándose con el correr del tiempo, con respecto al tipo de cambio guaraní-dólar; eso se explica con “una regla en economía, que dice que la devaluación en el largo plazo tiende a ser igual que la inflación”, subrayó.
Sin embargo, en su opinión, estos reajustes que se dan en el guaraní “son pequeños” en comparación con las monedas de otros países de la región.
“La devaluación de la moneda paraguaya es de las menores que hay. Es una moneda estable y predecible, con una devaluación monetaria promedio del 7% anual”, afirmó.