Desde el Ministerio de Salud recuerdan el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados con el testimonio de la primera paciente pediátrica que recibió un corazón en un hospital público de Paraguay, hace 10 años.
En ese sentido, señalan que fue un paso importante en el ámbito de la medicina y marca un antes y un después para la salud pública en nuestro país y las personas en lista de espera de algún órgano.
“La vida es una sola, pero para pacientes trasplantados es vivir dos veces. El trasplante de órganos marca un antes y un después en cada persona beneficiada”, expresan desde la cartera sanitaria.
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Asimismo, recogen el testimonio de Liz, oriunda del Departamento de Guairá, quien recibió un nuevo corazón en el año 2012, con 7 años de edad.
Con 17 años y 10 años después del trasplante que le salvó la vida, la joven reside en San Lorenzo y lleva una vida totalmente normal, con una alimentación saludable y realiza todos los días actividad física, además de disfrutar de la vida y querer ser especialista en niños.
“Ese es mi gran sueño, el de ayudar a todos los niños que necesitan de mí, porque la vida es una sola y debemos vivirla al máximo”, manifestó.
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El Día Mundial de los Pacientes Trasplantados se conmemora cada 6 de junio, con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de millones de personas de todas las edades, pacientes crónicos o terminales, para quienes el trasplante de órgano es un tratamiento a sus enfermedades, en algunos casos, hace la diferencia entre la vida y la muerte, y en otros, mejora la calidad y la expectativa de vida.
“Cada uno de nosotros tiene más posibilidades de necesitar un trasplante, que de fallecer en condiciones de ser donante. Cuando un ser querido necesita un órgano, la espera es muy dolorosa y la opción de una segunda vida es el mejor regalo que se puede hacer”, mencionan desde Salud.
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De igual manera, detallan que un donante fallecido puede salvar a más de 10 personas, donando los dos riñones, un hígado, un corazón, dos pulmones y páncreas. En cuanto a tejidos, se pueden donar las dos córneas, la piel y los huesos.
En vida, también se puede donar un riñón, una parte del hígado, siempre que sean emparentados, como así también la medula ósea.