Por Adrián Cáceres
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“Figura emblemática de la poesía paraguaya moderna, Hérib Campos Cervera fue no solo un poeta de gran valía, sino también un hombre entero, un intelectual comprometido con la causa popular. Desterrado dos veces de su patria, la muerte lo sorprendió en 1953 en su exilio de Buenos Aires, Argentina, a los 48 años de edad”.
Así recuerda Miguel Ángel Fernández a Campos Cervera, nacido un día como hoy, en las palabras publicadas en el libro Hérib Campos Cervera. Poesías completas y otros textos (El Lector, 1999).
Es que Hérib es un maestro de los versos y fue, junto con Josefina Plá, el centro del grupo Vya’a raity, según Estela Appleyard de Acuña, miembro de la Academia Paraguaya de la Lengua Española.
El referido colectivo fue un movimiento que tuvo como partícipes a Augusto Roa Bastos, Óscar Ferreiro, Ezequiel González Alsina, Hugo Rodríguez Alcalá, Elvio Romero y otros, en la década de 1940.
“Campos Cervera es un poeta muy importante, porque con él y su grupo comienza realmente la renovación de la poesía paraguaya, alcanzando niveles muy elevados haciéndose universal”, destaca Appleyard.
Agrega que Hérib es quien trajo a Paraguay las nuevas tendencias poéticas. “Lastimosamente tuvo que salir del país por la Guerra Civil del 47 y ya no pudo volver, muriendo en el exilio. Pero su poesía sigue marcando derroteros”, subraya la académica de la lengua.
Único Poemario. Appleyard recuerda particularmente el poema Un puñado de tierra, del único libro de poemas publicado por Campos Cervera, Ceniza redimida. Asimismo, añade que “es bellísima también Balada por los árboles ausentes”, porque “Hérib, con un dominio muy amplio del lenguaje, decía lo que quería con las palabras precisas”.
Biografía. Por otra parte, Fernández nos cuenta en el libro anteriormente citado, que Hérib Campos Cervera nació el 30 de marzo de 1905. Fue hijo de Hérib Campos Cervera de la Herrería, periodista paraguayo fallecido en Madrid en 1921, y Alicia Díaz Pérez, hermana del polígrafo español Viriato Díaz Pérez, radicado en el Paraguay desde 1906, al cuidado de quien el poeta fuera educado en Villa Aurelia.
Para adentrarse en la vida de este poeta y sus raíces también destacan los libros Hérib Campos Cervera (p.). Novecentista olvidado, de Luis María Martínez; o Hérib Campos Cervera. El poeta maldito, de Armando Almada Roche.
En 1923 se fundó la revista Juventud y Hérib colaboró en dicha revista y en publicaciones de la misma época, como Ideal y Alas. En 1931, el escritor sufrió su primer destierro a causa de su participación en los sucesos del 23 de octubre. Vivió en Buenos Aires y en Montevideo.
En Montevideo extravía o le roban una novela terminada, Hombres en la selva, y el Romancero del destierro, del que se habría salvado de la destrucción únicamente el poema 23 de Octubre.
La revolución de 1947 representó el exilio definitivo para el poeta, fallecido en Buenos Aires, seis años después, el 28 de agosto de 1953.