El asesinato del vicepresidente de la República Luis María Argaña se registró sobre Diagonal Molas, antes de alcanzar la calle Venezuela, en Asunción, alrededor de las 08:45 del martes 23 de marzo de 1999, cuando se dirigía a su despacho. La camioneta en la que se desplazaba fue atacada a tiros y falleció también su guardaespaldas, en tanto que el chofer sobrevivió con una herida en el rostro.
Desde el mediodía de ese martes, miles de ciudadanos empezaron a concentrarse y manifestarse en inmediaciones del Palacio de Gobierno y posteriormente en las plazas del Congreso, exigiendo la renuncia del presidente Raúl Cubas Grau y la vuelta a la prisión del general Lino César Oviedo, quien había permanecido preso por un intento de golpe de Estado contra el anterior presidente, Juan Carlos Wasmosy, en abril de 1996.
Cubas Grau había ordenado la libertad del ex jefe militar Lino César Oviedo, tras asumir la presidencia en agosto de 1998, un año antes del magnicidio. Oviedo había sido el mentor de Cubas e incluso la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional la decisión de liberarlo.
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Ya en horas de la tarde del martes se produjo una violenta represión policial contra los manifestantes en inmediaciones del Palacio de López. Los campesinos que habían llegado a la Plaza de Armas, frente al Congreso, como lo hacen todos los años para marchar, también decidieron unirse a las protestas.
Inicio de juicio político contra Cubas
Al día siguiente, la Cámara de Diputados aprobó el pedido de juicio político contra el presidente Raúl Cubas y Lino César Oviedo decidió entregarse al Batallón Escolta para darse como detenido, con el objetivo de calmar la tensión social.
Pese al intento, los manifestantes permanecieron en las plazas y los oviedistas salieron a las calles. Tanto el miércoles como el jueves se registraron enfrentamientos entre ambos bandos, con represiones de la Policía Nacional al grupo que exigía la destitución de Cubas, no así a los oviedistas.
El jueves se inició el juicio político en el Senado, mientras que en la plaza aledaña se produjeron enfrentamientos entre manifestantes opositores y oviedistas.
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En la noche, se produjo el primer herido por un disparo de arma de fuego. Se trató del manifestante campesino Cristóbal Espínola Cardozo, de la Federación Nacional Campesina, quien fue alcanzado por un balazo en la boca y finalmente falleció el 7 de abril, casi dos semanas después de encontrarse en coma.
Fuerte represión policial y fallecidos
Para el viernes 26, una fuerte acción represiva de las fuerzas policiales logró desalojar a los manifestantes opositores de las plazas, dando paso a los que estaban a favor del Gobierno para que ocupen el lugar.
Los manifestantes opositores volvieron a retomar la Plaza de Armas, atacando con piedras y palos y colocando autos volcados como barricadas.
Cubas ordenó que las Fuerzas Armadas salgan a imponer control y una decena de tanques y tropas de la Caballería avanzaron hacia la plaza, pero los manifestantes no retrocedieron y les cerraron el paso.
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Ya en la noche, un ataque con armas de fuego por parte de francotiradores instalados en edificios cercanos a las plazas del Congreso, dejó siete manifestantes asesinados cobardemente y cerca de 700 heridos, desatándose una batalla campal en el microcentro, hasta altas horas de la madrugada.
El día sábado, los manifestantes aceptaron retirarse de la plaza y permanecer en los alrededores de la Catedral, para garantizar la realización del juicio político en el Congreso. La sesión avanzó con alegatos a favor de la inminente destitución.
Día de la renuncia de Cubas
El Domingo de Ramos, mientras los manifestantes esperaban por el juicio político frente a la Catedral, se informó que los militantes oviedistas marchaban armados hacia la capital, para presuntamente atacar a los manifestantes. Pese al pedido del arzobispo para abandonar el lugar, la multitud decidió mantenerse en el sitio, en vigilancia, hasta que se defina el juicio político.
En horas de la noche, el presidente Raúl Cubas Grau comunicó oficialmente su renuncia a la presidencia y su partida al Brasil. A las 21:00, el titular del Congreso, Ángel González Macchi, asumía la presidencia y las Fuerzas Armadas reconocían la legitimidad del nuevo Gobierno.
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Previamente, se realizaron reuniones entre dirigentes políticos en la sede de la Embajada de Estados Unidos en Asunción y en la residencia presidencial, Mburuvichá Róga, donde Cubas cede a la presión y acepta renunciar.
Lino Oviedo, por su parte, huyó a la Argentina a bordo de una avioneta, donde recibió apoyo y refugio del presidente Carlos Menem, dando fin a los hechos violentos y manifestaciones.