Horas antes de su fallecimiento, un seguidor del artista, llamado Mark Chapman, lo esperaba fuera del edificio Dakota, donde vivía Lennon, para que le autografiara una copia de su disco, Double Fantasy, el último álbum que el ex líder de la banda británica editó en vida ese mismo año.
“Él (Lennon) salió de su casa y esto es una parte que realmente lamento que haya sucedido. Él salió y yo tenía su álbum con una pluma y le pedí que me firmara el álbum. Se tomó su tiempo. Me preguntó si quería otra cosa. Su esposa había salido con él, estaba esperando en una limusina y eso es algo que a menudo reflexiono sobre cómo era tan decente con un extraño. Firmó el álbum y me lo devolvió, luego entró a la limusina”, declaró Chapman en una evaluación revelada por The Telegraph en 2016.
El joven sufría una psicopatía y había mencionado que “quería ser famoso” por cometer el crimen.
Después de firmar el disco a pedido de Chapman, Lennon se retiró y fue a una sesión de fotos junto con su esposa Yoko Ono. La sesión estaba a cargo de Annie Leibovitz, la autora de la emblemática tapa de Rolling Stone donde el músico aparece desnudo y abrazado a su pareja, vestida de negro.
Lennon tenía planeado ese día realizar entrevistas y seguir preparando su nuevo álbum. Al final de su jornada regresó a su casa y se encontró con un fotógrafo amigo suyo, Paul Goresh. Pero Chapman lo había esperado durante todo ese tiempo y apenas vio al artista comenzó a disparar. La muerte fue confirmada en el hospital Roosevelt.
El abogado del criminal pidió nueves veces la libertad condicional del hombre en estas tres décadas que permaneció encarcelado.
“No quiero ser una mierda de héroe muerto”, había dicho John Lennon a la revista Rolling Stone tres días antes del crimen. Tuvo dos hijos. El primero, Julian, con Cynthia Powell, y el segundo, Sean, fruto de su relación con Yoko Ono.
La partida del célebre integrante de The Beatles conmovió al mundo. Su compañero Paul McCartney había confesado que antes del fatídico hecho se habían reconciliado tras la separación del grupo en 1970.
“Fue simplemente horroroso. No se podía aceptar y yo no podía aceptarlo y durante días no podía imaginarme que se había ido. Fue un shock enorme”, contó el artista de Liverpool en 2014. “Para mí lo más triste era saber que no lo iba a volver a ver más”, había expresado McCartney.
Fuente: Elaboración en base a datos publicados por El Comercio de Perú.