Fidelino Quintana lamentó que a cuatro años del asesinato de su hijo Rodrigo todavía existan preguntas sin respuestas en torno a los hechos ocurridos entre la noche del 31 de marzo y la madrugada del 1 de abril del 2017.
“No hay justicia en Paraguay y mientras no se vayan todas las personas del Gobierno no va a haber justicia. Muchas injusticias se viven en nuestro país. Todos sabemos que la Justicia es manejada por la mafia de los cigarrillos, del narcotráfico”, aseveró en contacto con Monumental 1080 AM.
Además, cuestionó a la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, y apuntó a que es el ex presidente Horacio Cartes “el que manda”. Asimismo, consideró que es tiempo de que en Paraguay “haya un profundo cambio”.
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Igualmente, indicó que lo único que tiene para decirle al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, es que dé un paso al costado, ya que “él y su Gobierno ya no tienen solución”.
“Él ya no tiene más solución, ya se le dio muchas oportunidades y no demostró nada, tiene que irse”, sentenció.
En otro momento de la entrevista, reveló que luego de 15 días del asesinato de su hijo Cartes quiso ir hasta su vivienda en La Colmena, Departamento de Paraguarí, para hablar con él.
“Cartes me mandó un emisario para hablar conmigo en aquella época, incluso iba a venir en mi casa y yo le dije que no. Vino a casa un seccionalero y me dice que Cartes quería hablar conmigo y que estaba dispuesto a ir hasta La Colmena”, recordó el padre de Rodrigo.
La misma intención tuvo el entonces comandante de la Policía, Críspulo Sotelo. “¿Qué me van a decir? Me van a volver a mentir más, más mentiras”, reprochó.
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Toda la crisis política que desató Horacio Cartes en busca de la enmienda constitucional, para poder ser reelecto, fue más allá de las inmediaciones del Congreso Nacional.
En la madrugada del 1 de abril el joven Rodrigo Quintana fue asesinado en la sede del Partido Liberal, durante un atraco policial.
El joven llegó hasta la sede partidaria con otros liberales huyendo de los incidentes ocurridos en el microcentro. A cuatro años de lo ocurrido, todo sin mayores avances, ya que no se sabe quién dio la orden para atacar al local partidario.