En el informe de balance de la Municipalidad de Asunción, desde enero hasta abril de este 2024, el pasivo llega a casi G. 2.5 billones. Si el total de esta deuda se divide entre los 521.091 habitantes de capital, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), a cada contribuyente le cuesta G. 4.721.175 las deudas contraídas a corto y a largo plazo.
El intendente Óscar Nenecho había declarado que del total de habitantes, solo logran cobrar a cerca de G. 220.000 contribuyentes. Por lo que si se divide solo entre esta cantidad de ciudadanos que están al día, la deuda representa para cada uno más de G. 11 millones.
Ante el escándalo de los G. 500.000 millones faltantes de emisiones de bonos y los constantes bicicleteos, el temor ciudadano es el aumento de los impuestos a pagar.
Pasivos. Las deudas corrientes; es decir, lo que se debe pagar a corto plazo, representan G. 465.324 millones. En este grupo figura bonos a pagar del G5, emisión hecha ya en el periodo de Mario Ferreiro, por valor de G. 12.500 millones. Por sueldos y jornales la obligación es de G. 3.205 millones.
A largo plazo la cifra ya trepa a casi G. 2 billones. En el desglose aparece que solo por bonos se debe G. 817.500 millones, de los grupos G5, G6, G7, G8 y G9.
Límite. El concejal Humberto Blasco (PLRA) señaló que de las crisis no se sale evadiendo, ni negando que exista la misma. Esto, ante la postura del Ejecutivo Municipal por los cuestionamientos por el manejo del recurso público.
Mencionó que en el balance se evidencia un déficit presupuestario superior al 35% Lo dijo durante la última sesión de la Junta, en la que se aprobó convocar al intendente y al equipo técnico para que puedan hablar sobre los faltantes de créditos que eran para obras y luego establecer reuniones permanentes para abordar sobre la crisis financiera del Municipio.
Blasco indicó además la necesidad de establecer límites. “Un acuerdo de responsabilidad fiscal como se hizo en el año 2003, por el cual el Congreso Nacional se puso límite a sí mismo en el déficit que pueden permitirse en el presupuesto y se estableció un déficit que creo que era 1,5% no más que eso, y esa pequeña fórmula matemática sacó al Paraguay del default”, mencionó.
El concejal Álvaro Grau (PQ) cuestionó la falta de transparencia que impide llegar a un acuerdo con la Intendencia. “No sabemos cuántos de los créditos sacados están en caja y cuántos fueron ejecutados, a dónde fue a parar lo que no figura en el balance. Vimos en estos días en la ejecución del primer cuatrimestre que vuelve a pasar lo mismo. Tendría que haber G. 491 mil millones de bonos que finalmente en las cuentas bancarias no están. Hay mil y pico de millones no más”, expresó.
Saldos de bonos. El saldo de bonos que figura en caja, hasta abril de este año, es de G. 1.495 millones, de un total de siete bonos emitidos, pese a que varias obras no se ejecutaron.
En la rendición de este año, de la emisión G7, por G. 200.000 millones, ya no figura saldo. Esta emisión fue cuando el director de Administración y Finanzas de la Municipalidad era Wilfrido Cáceres, procesado por supuesto enriquecimiento ilícito. De esta captación no se ejecutaron obras como la segunda fase de modernización de la Estación de Buses y el mirador Itá Pytã Punta.
Un total de G. 158.000 millones fueron presupuestados para obras de desagüe pluvial, mejoramiento vial y señalizaciones. Grau había cuestionado además que entre las tres cuencas de desagüe: Molas López, Isabel La Católica y Rocío Cabriza solo se gastaron cerca de G. 85.000 millones.
Del G8, por G. 360.000 millones solo figura G. 807.094.113, monto que no alcanza ni para cubrir la única adjudicación concretada por G. 136.171 millones, para las cuencas de desagüe pluvial en zona del Mercado de Abasto y zona del barrio San Pablo.