El Jockey Club Paraguayo, a casa llena, recibió desde las 18:00 a cientos de fanáticos agolpados para disfrutar del concierto del grupo de pop rock latino, Morat, que llegó con su Si ayer fuera hoy World Tour 23, volviendo luego de cuatro años a pisar suelo guaraní.
Niños, jóvenes, adultos, eternos enamorados, los de corazón roto y los que recién empiezan a tener sus primeros Besos en guerra, llenaron el hipódromo central para una cita que se inició puntualmente a las 20:00.
Luigi Manzoni abrió la pista con sus más grandes éxitos y puso a calentar la garganta de los presentes, quienes estuvieron ataviados con prendas alusivas al grupo integrado por Martín Vargas Morales (batería), Juan Pablo Isaza (guitarra), Juan Pablo Villamil (guitarra), Simón Vargas Morales (bajo) y Alejandro Posada (batería).
Tras el paso de nuestro compatriota, un reloj puso en marcha la cuenta regresiva para que arranque el show principal que se abrió paso a las 21:00 con un pequeño video de presentación, donde se ve a los integrantes volando en un aeroplano dando vuelta al mundo hasta aterrizar en suelo guaraní.
Con uno de sus más grandes éxitos, Besos en guerra, y con el concierto que duró aproximadamente dos horas, cargados de éxitos y el estreno en concierto de su nueva canción lanzada el pasado jueves, Demasiado lejos.
Tras la primera canción, se dio pie a 506, seguida por Al aire, Porfa no te vayas, esta última, ganadora en 2021 del premio a mejor video musical en los Premios Quiero de Argentina.
“Buenas noches, Asunción; buenas noches, Paraguay; nosotros somos Morat y no sabes lo feliz que somos de por fin estar aquí, no nos vemos desde 2019. Nos pone muy felices de recordar que la vez pasada que estuvimos en Asunción había muchísima menos gente a lo que está esta noche aquí, eso nos enorgullece y nos hace sentir que nuestra música lo estamos haciendo bien, nos hace sentir un profundo agradecimiento con todos ustedes que están esta noche aquí. Gracias por venir”, manifestó Juan Pablo Isaza para luego dar paso, según él, a la canción favorita del grupo, Segundos platos.
En esta canción, los fanáticos ya tenían en las manos unas hermosas mariposas blancas, que fueron puestas en el aire de un lado al otro, cuando la canción llegó al estribillo: “Y volverás a sentir mariposas”, generando un ambiente especial entre el público y los artistas.
Posteriormente, llegó el turno de Aprender a quererte, Debí suponerlo. En este punto, los artistas pidieron a todos los presentes encender las luces de sus celulares para dar paso a Punto y aparte, canción que puso a todos los asistentes eufóricos, generando un ambiente de mucho amor y luz.
Un solo de piano de Juan Pablo y una nueva interacción con su público, con un “Qué pasa Paraguay”, “Estamos felices de volver”, se dio lugar a la canción Mi suerte, interpretada por el multifacético baterista del grupo, Martín Vargas.
La interacción del grupo con los presentes fue constante, además, el apoyo visual, juego de luces, pirotécnica, confetis, hicieron un contraste asombroso con cada canción que sonaba en la pista.
Idiota, Mi nuevo vicio, Yo no merezco, Volver, fueron los siguientes temas interpretados, generando la euforia de los presentes que no dejaron de acompañar cada canción con gritos, aplausos.
Un dato no menor fue que en varios sectores del sitio estuvieron personas traduciendo en lenguaje de señas el concierto para los fanáticos con discapacidad auditiva, generando el asombro y la admiración de propios y extraños.
La noche se volvió más que especial porque el grupo interpretó por primera vez la canción Demasiado lejos, tema lanzado en la noche del pasado jueves en todas las plataformas digitales.
“Una pregunta, Paraguay, ¿adónde vamos?”, dijo un eufórico Juan, causando el grito desenfrenado de los fanáticos para dar lugar a la canción del mismo nombre, Adónde vamos, para seguir con Cuando el amor se escapa, Quédate otra vez y No se va.
Simón Vargas, encargado del bajo eléctrico, fue uno de los más eufóricos en el escenario. Desde que subió no paró de bailar, girar y moverse de un lado al otro, a pesar de una pequeña caída que tuvo dando vueltas, pero como todo un profesional se levantó y siguió con más energía.
En este punto del show, los miembros del grupo presentaron a sus demás integrantes venidos desde distintos puntos del mundo, como en el teclado, Juanjo Martín, de Málaga, España; en la guitarra eléctrica, Gabriel Obregón, desde Bogotá, Colombia, para luego ir nombrando a los que ya conocemos.
Salir con vida, Cuando nadie ve, Amor con hielo formaron parte del extenso repertorio, temas que fueron acompañados con una inmensidad de papel picado, globos gigantes con el logo del grupo y más fuegos pirotécnicos que iluminaron la nublada noche de este viernes.
París, Llamada perdida, fueron las dos canciones con las cuales el grupo colombiano empezó su despedida del público paraguayo.
Tras una breve, pero muy breve pausa, le pusieron broche de oro a la velada, con uno de sus clásicos, el favorito por excelencia, Cómo te atreves, con el cual le dieron un hasta luego a sus seguidores, quienes disfrutaron del concierto, minuto a minuto, sin desperdicio alguno.
Cabe destacar que la organización del evento estuvo a la altura, cuidando cada detalle del lugar, el ingreso y la salida de los presentes, así como de asistir a las personas con alguna discapacidad que llegaron al sitio.
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El clima también se portó y esperó al final del recital para empezar a llover y refrescar un poco a los miles de fanáticos que estuvieron desde tempranas horas en el Jockey Club.
A pesar de la cantidad masiva de personas, no se registraron inconvenientes y la gente salió satisfecha del recinto. La producción estuvo a cargo de G5 PRO.