Estamos en época de vacaciones de verano, y este tiempo que sirve para dsconectar de las obligaciones laborales diarias son una ayuda fundamental para reponer las energías, manejar mejor el estrés por las tensiones normales de la vida y el trabajo. Dentro de esas posibilidades que generan los meses de enero y febrero, principalmente, algunos tienen la posibilidad de viajar al exterior, a una playa o a un sitio de veraneo diferente. Otros deciden ir al interior, a hacer el tradicional turismo interno, visitar un arroyo en familia o con amigos.
Asimismo el compartir con la familia, ir con los hijos a un parque de manera más frecuente, ver películas y escuchar música son alternativas más que válidas para ganar en calidad de vida y aprovechar de la mejor manera ese momento libre, de ocio. Leer un libro, salir a restaurantes con la gente querida, ir de compras y conocer lugares históricos o culturales, también pueden figurar en las vacaciones.
Sin embargo, cualquiera de estas actividades por las que optemos, estas deben realizarse atendiendo por sobre todo el protocolo sanitario que es fundamental para desarrollar algún plan en medio de la pandemia del Covid-19.
En este sentido, el esquema completo de vacunación es clave, más aún teniendo en cuenta la explosión de contagios por el coronavirus actual, pese a que está confirmado que la variante ómicron se manifiesta con síntomas leves. Los especialistas refieren que a mitad de febrero ocurriría el pico más alto de la pandemia, un dato también a tener en cuenta. Usar la mascarilla, mantener la distancia física y el lavado de manos, son cuidados que no se deben olvidar. Todas son medidas sanitarias que sean necesarias para la protección.
Los niños y adolescentes también, en gran mayoría, que pasaron dos anualidades de clases virtuales y que igualmente están de vacaciones, se están dando un respiro en familia para retornar a clases con las pilas cargadas. Está por verse si definitivamente las clases este año se iniciarán siendo virtuales o presenciales.
Las vacaciones son tan importantes que diversos estudios realizados en varios países indican que brindan diferentes beneficios a la salud de las personas, como ser la reducción del estrés, porque en los días de reposo las responsabilidades disminuyen. Otro aspecto positivo es la mejora del estado de ánimo y de la calidad del sueño. Además baja la presión arterial, que puede prevenir enfermedades cardiacas. La pausa posibilita una mejora en la salud mental y física. Genera emociones positivas.
Es el momento para salir de la rutina, darnos un tiempo también en nosotros mismos, hacer lo que nos gusta, que sea un espacio diferente, para disfrutar, que te generan nuevas energías y que te brindan salud integral. E independiente a cualquier estudio científico, la realidad nos muestra que al hacer uso y goce de las vacaciones definitivamente reponemos energías, nos sentimos mejor, con mejores actitudes y descansados, con nuevas ganas para emprender y afrontar las responsabilidades cotidianas que se vienen. Tras dos años de crisis por el Covid, el ciudadano necesita un respiro, pero sin perder de vista que aun estamos en pandemia.