“A veces me sorprende cómo algunas de esas tiras dibujadas hace más de 40 años todavía pueden aplicarse a cuestiones de hoy”, comentó el guionista y dibujante argentino, desde Madrid, donde reside parte del año. El resto del tiempo, Quino vive en Buenos Aires, y por razones de salud no pudo asistir al Festival Internacional del Cómic de Angulema, Francia, que montó una exposición de homenaje a Mafalda con el apartamento de la pequeña como decorado.
A través de la mirada crítica de esta niña de clase media, Quino dio su propia visión anticonformista del mundo. No le gusta el fútbol –dice que no lo entiende– y solo fue dos veces a una cancha. A Mafalda no le gusta la sopa y critica el mundo de los adultos.
Sus temas favoritos son los problemas económicos y sociales, las desigualdades, la injusticia, la corrupción, la guerra o el medioambiente.
protestona. Hay exposiciones previstas en Argentina, Italia, España, Canadá y México sobre Mafalda y los 60 años de carrera de su autor.
Desde su primer álbum, Mundo Quino, publicado en 1963, está considerado como uno de los mejores humoristas gráficos de su país. Pero fue la pequeña niña de pelo negro y lazo rojo quien lo lanzara a la fama en 1964. Había esbozado el personaje un año antes, para hacer publicidad de una marca de electrodomésticos que no prosperó. “Adapté la tira. A la nena le puse Mafalda. Y arranqué la historieta sin el menor plan. Ya que no tenía que elogiar las virtudes de ninguna aspiradora, la hice protestona, cascarrabias. Fue una revancha inmediata”, rememora. AFP.