Carlos Alberto Simas, embajador de Brasil en Paraguay, aseguró que el Gobierno de su país aún no tomó una postura definida sobre las negociaciones con Paraguay, en el marco de la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú. Precisó que todas las opciones están sobre la mesa y que no hay trabas para que la ANDE aumente el retiro de energía de la hidroeléctrica. Añadió que el 50% de la producción de Itaipú es de Paraguay. Recientemente, algunas publicaciones locales mencionaron una supuesta amenaza del Gobierno de Jair Bolsonaro al presidente Mario Abdo Benítez, con el fin de seguir utilizando el excedente de la energía paraguaya.
Simas afirmó que el Brasil siempre ha estado a favor de que los paraguayos puedan ir incrementando el uso de su electricidad de Itaipú, aunque apuntó que no hay certeza de si será un proceso rápido o lento.
“Paraguay tiene el 50% de la energía (de Itaipú). Ese es un hecho. Va a aumentar su consumo de energía, mucha gente dice que sí. La duda está en la velocidad en que pueda ocurrir esto, más temprano o más tarde. Brasil siempre fue favorable a que Paraguay consuma su energía, porque significa un país más estable, más formalizado, que es una de las metas que tenemos. Que las personas puedan sentirse más cómodas y felices con sus empleos, pagando sus impuestos y con acceso a servicios de salud. Eso no ha cambiado, sigue siendo una dirección clara”, destacó.
Sin embargo, el diplomático aclaró que finalmente un mayor uso o no de la energía dependerá de cuál sea la tarifa que se fije en las negociaciones por el Anexo C. También se tendrá que analizar la compensación por cesión de energía, expresó. Hoy Brasil abona 9 dólares por megavatio hora (MWh) y da alrededor de USD 350 millones al año.
¿USD 1.000 MILLONES MÁS? Simas recalcó que una vez cancelada la deuda de Itaipú con Eletrobras, está la posibilidad de que cada país ingrese USD 1.000 millones más al año (hoy se pagan USD 2.000 millones al año por el pasivo), pero para ello se tendrá que mantener la tarifa actual. La discusión pasa por cómo se gastará ese dinero o si será más conveniente terminar bajando la tarifa de la hidroeléctrica.
“Bajar tarifa es una de las cuestiones que está en la mesa. Si hay opciones de desarrollo para Paraguay, recomendaría una tarifa más asequible. Pero hay otras opiniones. Con el pago de la deuda, pues cada uno de los lados tendremos USD 1.000 millones disponibles, ¿lo gastamos?, ¿no lo gastamos?, ¿cómo lo gastamos? Es otro tema que tiene que ser resuelto, más a nivel nacional, pero debe ser un acuerdo entre ambas partes”, adujo.
Consultado acerca de cuál sería la posición más favorable para Brasil hoy (reducir costos o ingresos adicionales), respondió que no se tiene a la fecha una definición total sobre el tema. No obstante, dijo que la energía más barata para los brasileños siempre será algo útil, ya sea para el consumidor individual, como industrial. Esto ayudaría a bajar costos de producción, incentivar el empleo, al pago de impuestos, a la recaudación del Estado.
Enfatizó que para Paraguay el peso de Itaipú es muy distinto que para Brasil y refirió que la cobertura de la usina binacional en el país viene bajando considerablemente (pasó del 17% al 15% para todo su territorio en dos años), debido en parte al surgimiento de nuevos emprendimientos energéticos.
ANDE - ELETROBRAS. En relación al conflicto surgido entre la ANDE y Eletrobras por la contratación de potencia de Itaipú, el embajador comentó que aún no hubo una solución y se sigue conversando.
No hubo daño con el Tratado
Técnicos paraguayos e internacionales aseguran que el Tratado de Itaipú fue perjudicial para el Paraguay, empezando por la cláusula que le imposibilita vender su excedente a terceros países, por lo que debe exigir reivindicaciones. Al respecto, Carlos Simas comentó que eso puede ser objeto de un largo debate, pero que particularmente considera que ese daño potencial no ocurrió. En las nuevas conversaciones, al Brasil le interesa un acuerdo justo, equitativo y que permita a las dos partes salir relativamente insatisfechas de las mesas, acotó.
“Un buen acuerdo siempre es aquel en el que nadie está demasiado satisfecho, pues significa una transacción entre las partes”, sentenció.