El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) tiene a sus principales líderes, incluido al presidente partidario, Efraín Alegre, en una tensa calma luego de finalizadas las internas del 20 de junio pasado, donde Alegre ganó por estrecho margen. Además de que las cicatrices no sanan, tampoco se expresa voluntad desde la cúpula de entablar diálogo, pese a la cercanía de las elecciones municipales, donde cerca de 1.400.000 liberales están habilitados para participar.
De hecho, en el partido existe como ya se sabe una acentuada división que prácticamente paralizó las sesiones del Directorio, incluso ya antes de las internas.
Ahora que ya pasó casi un mes de las internas y que el juzgamiento por parte del órgano electoral ya dio su veredicto, no se avizora ninguna convocatoria a reunión, pese a que el estatuto establece que el Directorio debe reunirse al menos una vez al mes.
Las vicisitudes con las que se encontrará en este nuevo periodo Alegre, de hecho, son numerosas. Aparte de que la cantidad de directores partidarios le es adversa, el partido no tiene fondos para encarar la campaña de los miles de candidatos de la Lista 2 que estarán habilitados para octubre. Se añade que las cuentas están embargadas.